BALANCE ÉTICO GLOBAL

“Basta de conversaciones, es hora de actuar”: en Etiopía, la juventud africana exige protagonismo y justicia climática

La juventud africana reunida en Adís Abeba exige protagonismo, empleos verdes y gobernanza inclusiva, señalando a la COP30 como un marco para la justicia climática

Siham Ahmed, de Etiopía, defiende la voz de los jóvenes en las políticas climáticas y en la COP30 en Brasil – Foto: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil/PR
Siham Ahmed, de Etiopía, defiende la voz de los jóvenes en las políticas climáticas y en la COP30 en Brasil – Foto: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil/PR

Por Leandro Molina / COP30 Brasil

El sábado 9 de septiembre, en Adís Abeba, Etiopía, jóvenes de distintos países del continente africano participaron en el Balance Ético Global de la Juventud, en preparación para la COP30. El evento fue parte de la agenda de la Semana del Clima de la ONU en África. El evento reunió a representantes de la COP29, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), de organizaciones de la sociedad civil, de delegaciones y personas que trabajan en áreas relacionadas con el cambio climático en redes africanas y latinoamericanas de juventud, en un diálogo autogestionado sobre la participación juvenil en la Conferencia en Brasil.

La reunión, en la sede de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, fortaleció las voces de la juventud en los debates sobre los dilemas éticos de la crisis climática y de los acuerdos internacionales. El formato “autogestionado” permitió que la sociedad civil — ya fueran estudiantes, atletas, profesores, movimientos sociales u organizaciones comunitarias — organizara sus propios encuentros, produjera reflexiones y enviara aportes al proceso oficial de la COP30.

La brasileña Marcele Oliveira, Joven Campeona del Clima de la COP30, destacó la fuerza y el protagonismo de la juventud en el debate del Balance Ético Global. Según ella, el encuentro en Adís Abeba, “cuna de la humanidad”, simboliza el papel esencial de las nuevas generaciones en la construcción de soluciones para la crisis climática. La Joven Campeona del Clima considera que el encuentro en Etiopía expuso frustraciones con la lentitud de las negociaciones internacionales, pero también reveló caminos concretos, como el cambio en la gobernanza global para incluir a más jóvenes, mujeres y personas con discapacidad; el uso de la cultura y la comunicación como herramientas de movilización; la creación de empleos verdes y el fortalecimiento de la educación climática. Otro punto central fue el financiamiento. “La solución ya existe en los territorios. Lo que falta es una inversión justa y adecuada para llevar a escala lo que ya hacemos”, afirmó.

Marcele Oliveira, Joven Campeona del Clima de la COP30, coordinó el Balance Ético Global de la Juventud y anunció que Brasil tendrá la marcha por el clima más grande de la historia en Belém – Foto: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil/PR
Marcele Oliveira, Joven Campeona del Clima de la COP30, coordinó el Balance Ético Global de la Juventud y anunció que Brasil tendrá la marcha por el clima más grande de la historia en Belém – Foto: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil/PR

Oliveira también subrayó el protagonismo de la juventud africana, que, según ella, enfrenta desafíos similares a los de América Latina, pero demuestra gran capacidad de organización e innovación. “Las juventudes africanas son líderes en este proceso. Necesitamos que sus soluciones ganen visibilidad global”, declaró.

Sobre las expectativas para la COP30 en Belém, Oliveira defendió que el encuentro sea un marco para la justicia climática y para la transición de la fase de debates a la implementación. “Basta de conversaciones, es hora de actuar. La COP30 debe ser recordada como un punto de inflexión en el que la educación, la visibilidad y las oportunidades climáticas fueron impulsadas de manera concreta”, concluyó.

La agenda en África fue considerada de gran peso simbólico, pues además de reunir jóvenes de distintos países, trajo una fuerte presencia africana en un momento en que el continente clama por justicia climática. El debate en Adís Abeba fue guiado por dos preguntas centrales:

  1. ¿Por qué tantas veces negamos o ignoramos lo que la ciencia y los saberes tradicionales dicen sobre la crisis climática, y compartimos o toleramos la desinformación — aun sabiendo que vidas están en riesgo?

  2. ¿Qué podemos hacer para garantizar que los países ricos — grandes productores y consumidores de combustibles fósiles — aceleren sus transiciones y contribuyan con financiamiento para esas medidas en los países más vulnerables?

Reflexiones sobre los dilemas actuales

Jóvenes líderes climáticos de distintos países presentaron análisis sobre los dilemas de la crisis climática y propuestas concretas de soluciones, evidenciando la urgencia de acciones justas e inclusivas. Durante el debate, reflexionaron sobre por qué a menudo la ciencia y los saberes tradicionales sobre el clima son ignorados o negados por las poblaciones del mundo. Entre las propuestas discutidas estuvieron los empleos verdes, las estrategias de adaptación, la integración entre clima y seguridad, y la comunicación efectiva para luchar contra la desinformación.

Elliot Itua Osemudiame, del Instituto Africano de Economía Verde y Sostenibilidad, señaló que, en contextos de conflicto, violencia y migración, prioridades como educación, paz y seguridad muchas veces se anteponen a las cuestiones climáticas. En países como Sudán, Palestina, el Congo, Ucrania y Haití, millones de niños quedaron fuera de la escuela debido a crisis humanitarias, mostrando que los impactos climáticos se suman a graves desafíos estructurales.

Los participantes reforzaron que el financiamiento climático debe ser justo, previsible y accesible, centrado en soluciones locales y en la resiliencia de las comunidades vulnerables. El objetivo es tanto proveer recursos como implementar y escalar prácticas que ya funcionan en los territorios, garantizando que las soluciones sean efectivas y respondan a la realidad de las poblaciones.

Además, los jóvenes defendieron la necesidad de un cambio en la gobernanza global, haciendo los procesos más inclusivos para mujeres, personas con discapacidad, jóvenes y comunidades tradicionales. Mesene Kessy Smeralda, joven defensora del clima de UNICEF en Gabón, subrayó la importancia de integrar saberes ancestrales y locales,  valorando el conocimiento de territorios históricamente marginados, como favelas y áreas rurales. También destacó la educación climática y el uso de la cultura y la tecnología como herramientas esenciales de movilización.

Siham Ahmed, de Etiopía, defiende la voz de los jóvenes en las políticas climáticas y en la COP30 en Brasil – Foto: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil/PR
Siham Ahmed, de Etiopía, defiende la voz de los jóvenes en las políticas climáticas y en la COP30 en Brasil – Foto: Rafa Neddermeyer/COP30 Brasil/PR
Según Ahmed, de la organización EcoJustice Etiopía, debatir la crisis climática sin escuchar a la juventud es ignorar a la mayoría de la población del continente. “Más del 70 % de la población de Etiopía es joven, y lo mismo ocurre en toda África, donde más de la mitad de las personas tiene menos de 30 años. Excluir esas voces de las decisiones significa negar la realidad demográfica de nuestros países”, afirmó durante el Balance Ético Global de la Juventud.

La activista destacó que, en su investigación sobre el papel de niños y jóvenes en la política climática etíope, muchos relataron sentir que su opinión no importa. Incluso cuando son invitados a reuniones, creen que sus intervenciones no influyen en las decisiones, ya que finalmente prevalece la posición del gobierno. Otro punto crítico es la concentración de los debates únicamente en las grandes ciudades. “La centralización de los debates en las grandes urbes refuerza la exclusión de quienes viven fuera de esos centros”, explicó.

Según Ahmed, además de la cuestión geográfica, existen barreras de lenguaje. Gran parte de los debates utiliza términos técnicos y en inglés, sin una traducción adecuada a las lenguas locales, lo que limita la comprensión y reduce la participación efectiva de los jóvenes. Para ella, adaptar el lenguaje es esencial para hacer el debate más inclusivo.

EcoJustice Etiopía ha defendido que las nuevas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que el país debe presentar en septiembre, incorporen de hecho la perspectiva de la juventud. Ahmed también hizo un llamado respecto a la COP30, que se realizará en Belém, Brasil. Para ella, el encuentro debe marcar un punto de inflexión en el que las voces jóvenes no solo sean escuchadas, sino incorporadas en los procesos de decisión. “Si más de la mitad de la población es joven, una política que no incluye sus voces no puede considerarse representativa”, advirtió.

“Los jóvenes no son el futuro, son líderes del presente”, afirma Wanjira Mathai, colíder del Balance Ético Global

La ambientalista keniana Wanjira Mathai, colíder del Balance Ético Global, defendió que la juventud debe ser reconocida no solo como promesa de futuro, sino como liderazgo activo en el presente. Para ella, el compromiso juvenil es decisivo porque son justamente las nuevas generaciones las que enfrentarán los impactos más severos de la crisis climática. “No podemos tratarlos solo como una categoría social. Son líderes ahora. Los necesitamos para construir un legado de justicia, de transparencia y de acción real ante la crisis climática”, afirmó.

La colíder recordó que, a lo largo de los diálogos regionales del Balance Ético Global, la presencia juvenil se ha mostrado esencial para dar legitimidad a los debates. “Quieren ser escuchados, y tienen derecho a estar en el centro de las decisiones. Cuando la juventud africana habló aquí, todos escucharon. No es fácil, pero es indispensable que sean incorporados en las políticas climáticas”, agregó.

El Balance Ético Global es uno de los círculos creados por la presidencia brasileña de la COP30 para acercar liderazgos globales de diferentes sectores. Además de los diálogos regionales — como el que tiene lugar esta semana en Adís Abeba — los encuentros autogestionados son una pieza central de esta estrategia. Cualquier persona, organización o movimiento social puede organizar su propio debate, siguiendo la guía disponible en la página oficial de la COP30 (en portugués, inglés y español) y registrando los resultados en la plataforma Brasil Participativo.