Plan de Acción en Salud de Belém propone respuesta climática con enfoque en la justicia y la equidad
Camino a la COP30, la iniciativa presentada en la Conferencia Global sobre Salud y Clima apuesta por la evidencia, la innovación y la participación social para fortalecer sistemas de salud resilientes

Anclado en los principios de justicia climática y equidad en salud, y reconociendo que los impactos del cambio climático son desiguales y exigen respuestas específicas, el Ministerio de Salud de Brasil presentó el anteproyecto del Plan de Acción en Salud de Belém, ciudad que en noviembre será sede de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30).
El anteproyecto, presentado durante el primer día de la 5ª Conferencia Global sobre Salud y Clima, convocó a especialistas, representantes gubernamentales, organizaciones internacionales y a la sociedad civil a contribuir en la construcción de un documento que busca consolidarse como una referencia mundial en medidas para fortalecer sistemas de salud resilientes frente a los crecientes efectos climáticos.
“Es innegable que enfrentamos una emergencia climática y que eso afecta la salud de las personas. Brasil presenta este plan como pieza central de la agenda climática global porque la salud puede ofrecer respuestas”, afirmó Mariângela Simão, secretaria de Vigilancia en Salud y Medio Ambiente del Ministerio de Salud, quien coordinó los trabajos.
La secretaria también hizo un llamado al espíritu de mutirão de la COP30 en lo que respecta a la salud, explicando que entre los resultados esperados de los grupos de trabajo están: contribuciones concretas al Plan, definición de responsabilidades de los países y rutas estratégicas para hacer de la salud un pilar clave en la respuesta climática global.
El plan brasileño se estructura en torno a tres ejes principales:
Vigilancia y Monitoreo: busca fortalecer los sistemas de vigilancia en salud para responder de manera eficaz a amenazas relacionadas con el clima, como brotes de enfermedades transmitidas por vectores e impactos en la salud mental derivados de eventos extremos.
Estrategia de Políticas Basadas en Evidencia: tiene como objetivo acelerar la implementación de soluciones comprobadas, promoviendo la cooperación entre gobiernos, instituciones académicas, sociedad civil y otros actores estratégicos.
Innovación y Producción: propone inversiones en investigación y tecnología para desarrollar soluciones adaptadas a las necesidades específicas de las poblaciones más vulnerables.
El director de Adaptación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), Youssef Nassef, valoró positivamente el contenido del Plan, colocando el énfasis en la equidad y en la amplia adhesión a la propuesta, y reforzando el compromiso de la UNFCCC con su implementación. “Otro punto positivo de la presentación es la expectativa de continuidad. No se trata solo de un gran anuncio que luego desaparece. Es fundamental que haya un acompañamiento y garantizar que las promesas se conviertan en acciones. Eso es muy positivo”, afirmó, señalando además su preocupación respecto al financiamiento.
Participación social
Más allá de las líneas técnicas, el plan enfatiza la participación social, con especial atención a las poblaciones históricamente marginadas. Por eso, representantes de estos grupos también participaron en el proceso, aportando valiosas contribuciones para enriquecer el anteproyecto.
“No basta con construir un plan que sólo mencione la participación efectiva de los pueblos indígenas, de las comunidades quilombolas o de las mujeres. Es necesario garantizar que los saberes de estos pueblos sean incorporados como parte central de una salida estratégica”, subrayó Ângela Kaxuyana, de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB).
La población quilombola es esencial para la preservación del bosque y de todos los biomas de Brasil. Somos guardianes de la biodiversidad. La Amazônia también es negra. Los datos muestran que, en 40 años, los territorios quilombolas son los que más han preservado la vegetación nativa, conservando el 97% de sus áreas. A pesar de ello, el 94% de los quilombos enfrentan conflictos territoriales y conflictos por el acceso al agua”, recordó Sandra Andrade, de la Coordinación Nacional de Articulación de las Comunidades Negras Rurales Quilombolas (CONAQ). También hizo un llamado a una mayor presencia del Sistema Único de Salud (SUS) en estos territorios.
Las comunidades académicas también formaron parte del grupo de invitados a contribuir. Por Brasil, se destacó la participación de la Fundación Oswaldo Cruz (FIOCRUZ), representada por su presidente, Mário Moreira. “Desde la perspectiva de la salud pública, debemos reconocer que las estrategias contemporáneas ya no pueden darse el lujo de ignorar las dimensiones ambientales de la salud”, sostuvo, y aprovechó la oportunidad para anunciar avances en la creación del Centro de Síntesis sobre Salud, Cambio Climático, Pérdida de Biodiversidad y Contaminación.
Próximas entregas previstas
Mariângela Simão también detalló la intención de realizar dos entregas adicionales: un documento de apoyo que sintetice las evidencias sobre políticas públicas en clima y salud y un informe de síntesis sobre Participación Social, Adaptación Climática y Salud, con un análisis documental que destaque experiencias relevantes, lecciones aprendidas y estrategias para fortalecer procesos participativos, con foco en las comunidades negras, indígenas, tradicionales y locales.
Versión en español: Mariana De Santi (POET/UFC)
Revisado por: Enora Lessinger (POET/UFC)

