BELÉM PARA EL MUNDO

Islas y playas que muestran una Belém sorprendente

La capital del estado de Pará está rodeada por 42 islas con paisajes paradisíacos, a las que se puede llegar en barco o en coche. En este episodio, exploramos islas como Combu, Cotijuba, Outeiro y Mosqueiro

Belém está rodeada por 42 islas y alberga decenas de playas de agua dulce. Foto: Getty Images / Carlos Macapuna
Belém está rodeada por 42 islas y alberga decenas de playas de agua dulce. Foto: Getty Images / Carlos Macapuna

Por Maiva D’Auria / COP30

En el 2º episodio de la serie Belém para el Mundo, te llevamos a conocer algunas de las principales playas de la ciudad. Se equivoca quien piensa que playa solo existe donde hay mar. Belém está rodeada por 42 islas y playas de agua dulce y también salada, que impresionan por su belleza, tranquilidad e inmensidad. Son escenarios perfectos para pasar el día bañándose en los ríos amazónicos y dejando que el tiempo transcurra sin prisa.

Es el tipo de lugar en el que uno se desconecta del ajetreo y se reconecta con la naturaleza, con paisajes deslumbrantes, experiencias auténticas y mucho patrimonio natural.

Quien conoce de cerca esos paisajes es Leandro Melo Miranda, belenense apasionado por las islas de la capital paraense. Para él, esos refugios son sinónimo de cobijo y frescura.

 “Creo que las personas que no conocen [las playas de Belém], se están perdiendo una experiencia increíble. Incluso, aquí cerca, tenemos la Isla de Marajó, conocida como el corazón de la Amazonía. Allí está la playa de Soure, la princesa de Marajó, y también la playa de Salvaterra. Una experiencia única y revitalizante”, detalla Leandro.

Entre las principales islas de Belém se destacan Combu, Cotijuba, Mosqueiro y Caratateua. A algunas de ellas se puede llegar en coche y a otras solo en barco.

Basta un paseo en barco de apenas 10 minutos, saliendo del centro de la ciudad, para llegar a la encantadora Isla de Combu, que es la 4ª mayor isla de Belém.

En la Isla de Combu encontrarás comunidades ribereñas llenas de historias y tradiciones. Foto: Rafael Medelima / COP30
En la Isla de Combu encontrarás comunidades ribereñas llenas de historias y tradiciones. Foto: Rafael Medelima / COP30

Allí, el visitante se maravilla con igarapés de aguas cristalinas, comunidades ribereñas llenas de historias, bares y restaurantes que sirven lo mejor de la cocina paraense, además de una deliciosa atracción: la famosa fábrica de chocolate artesanal, donde es posible conocer de cerca la producción del cacao amazónico y, por supuesto, probar chocolates exquisitos.

Otra excelente opción para quienes desean explorar las islas de Belém es la Isla de Cotijuba. El trayecto hasta allí es un poco más largo, pero vale la pena cada minuto, ya que es una de las islas más bellas y tranquilas de la región, rodeada de playas de arena clara y agua dulce. Entre ellas están Prainha, Praia do Farol, Praia do Amor, Praia da Saudade, Praia Funda, Praia da Flexeira, Pedra Branca y la más conocida de todas, Praia do Vai-Quem-Quer.

Por tener olas y agua más agitada, la Praia do Vai-Quem-Quer es una de las más famosas de la Isla de Cotijuba. Allí encontrarás una infraestructura con excelentes restaurantes. Foto: Getty Images / Carlos Macapuna
Por tener olas y agua más agitada, la Praia do Vai-Quem-Quer es una de las más famosas de la Isla de Cotijuba. Allí encontrarás una infraestructura con excelentes restaurantes. Foto: Getty Images / Carlos Macapuna

Para llegar a Cotijuba, es necesario cruzar en barco. El trayecto dura unos 20 minutos si se realiza en la embarcación climatizada de la Municipalidad, conocida como “geladão”, que tiene dos horarios de ida y dos de vuelta, a un costo de R$4,50 (unos US$ 0,83). Las demás embarcaciones, que salen cada hora tardan unos 40 minutos y cuestan R$10 (aproximadamente US$ 1,85).

Al desembarcar en la isla, el transporte hasta las playas se hace en un vehículo típico de la región llamado motorrete — una mezcla de motocicleta con carroza, que acomoda hasta 8 personas. El precio varía según el destino, pero oscila entre R$ 5 (cerca de US$ 1) y R$ 10 (aproximadamente US$ 1,85). Algunas de sus playas son: Prainha, Praia do Amor, Praia da Saudade, Praia Funda y la famosa Praia do Vai-Quem-Quer.

Carol Oliveira es una de las turistas que quedó encantada con la isla. Nació en Río de Janeiro, pero tiene un fuerte vínculo con Belém. Hija de padre paraense y de madre carioca, se mudó a la capital de Pará siendo niña, a los tres años, debido a la transferencia de la Marina, profesión del padre. Vivió en la ciudad durante 11 años. Hoy reside en Río de Janeiro por el trabajo de su padre, pero asegura que su corazón pertenece a Belém. Ahora, de vacaciones en Pará, no quiso perderse la Isla de Cotijuba. “Para mí, es una maravilla. Hamaca a la orilla del agua, agua tibia, tranquila, dulce. Muy bueno”, describe, encantada.

Para Carol, es gratificante ver a Belém ganar cada vez más visibilidad. “Estoy muy feliz porque Belém está siendo valorada. El Norte ahora está siendo visto por el mundo, ¡porque hay tanta cultura, tanta gente, es una región tan rica! La comida de aquí, para mí, es la mejor cocina de todo Brasil. Es venir aquí y salir enamorado, porque es la raíz de Brasil. ¡Maravilloso! Solo vengan”, invita.

Otra isla famosa es Mosqueiro, que conquistó su fama gracias al clima bucólico y a sus raras playas con olas. Está ubicada a 70 km del centro de Belém y se puede llegar en coche o en autobús. Son 17 km de playas de agua dulce; entre las más conocidas están Chapéu Virado, Murubira, Farol, Baía do Sol, Marahu y Paraíso, cada una con su encanto y particularidad. Pero Mosqueiro es mucho más que playas: quien visita la isla puede explorar senderos, igarapés y varias áreas verdes.

Y a unos 25 km del centro de Belém, la Isla de Caratateua, más conocida como Outeiro, es uno de los destinos favoritos de quienes buscan sol, playa y un ambiente relajado. Entre las más visitadas están Praia Grande, Praia do Amor y Praia da Brasilia.

Praia Grande, como su nombre lo indica, es extensa y perfecta para quien desea pasar el día en familia y disfrutar los puestos de comida. La encantadora Praia do Amor tiene aguas más tranquilas y un aire reservado, ideal para quienes buscan relajarse o vivir momentos románticos bajo la sombra de los árboles. Ya Praia da Brasilia, con sus aguas más agitadas, suele reunir a quienes disfrutan de un ambiente más animado.

Pero Outeiro guarda otra sorpresa. Las aldeas de pescadores le dan un toque auténtico a la experiencia. Y claro, nadie se va de allí sin probar un pescado frito recién hecho acompañado de açaí, una combinación que resumen la esencia de Pará.

Las islas de Belém ofrecen paisajes deslumbrantes, experiencias auténticas y mucho patrimonio natural. Foto: Getty Images / Carlos Macapuna
Las islas de Belém ofrecen paisajes deslumbrantes, experiencias auténticas y mucho patrimonio natural. Foto: Getty Images / Carlos Macapuna