Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF) propone un nuevo modelo de financiamiento para la conservación
La propuesta encabezada por Brasil pretende remunerar a los países por la preservación de los bosques tropicales, reservando el 20 % para los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales; el mecanismo, que se lanzará oficialmente en la COP30, tiene el potencial de convertirse en uno de los mayores fondos multilaterales del planeta

Por Laura Marques / COP30
Brasil encabeza una de las iniciativas que podría cambiar la forma en que el mundo ve la conservación del medio ambiente. El Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), que se lanzará durante la COP30, permitirá realizar pagos a los países que garanticen la conservación de estos bosques. La iniciativa busca fortalecer el mantenimiento de los bosques en pie, demostrando que su protección vale más que la tala. En total, más de 70 países en desarrollo con bosques tropicales pueden recibir los recursos de lo que sería uno de los mayores fondos multilaterales jamás creados en el planeta.
La valoración de la preservación ambiental en términos monetarios por parte del TFFF se basa en la comprensión de que biomas como el Bosque Atlántico, la Amazonia, los bosques de la Cuenca del Congo y del Mekong/Borneo son fundamentales para el mantenimiento de la vida tal como la conocemos hoy.
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, Marina Silva, afirmó que este es el momento de cambiar la forma en que la humanidad gestiona los recursos naturales del planeta.
“Ya hemos explotado demasiado la naturaleza para generar recursos financieros y bienes materiales. Ahora es el momento de utilizar los recursos que hemos generado con esa explotación para proteger la naturaleza. Se nos critica constantemente por depender únicamente del dinero público para esa protección, pero el Fondo Bosques Tropicales para Siempre representa un punto de inflexión”, enfatizó.
“No se trata de una donación, sino de una iniciativa que opera con lógica de mercado, aprovechando los recursos privados a partir de inversiones públicas. Por cada dólar aportado por los países, se espera movilizar alrededor de cuatro dólares del sector privado, creando un fondo fiduciario permanente. Es una nueva forma de financiar la conservación, con responsabilidad compartida y visión de futuro”, añadió la ministra.

El asesor especial de Economía y Medio Ambiente del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA), André Aquino, explica el papel de estos biomas a nivel mundial. “Sabemos que los bosques tropicales son fuente de estabilidad climática, porque retienen carbono y son fuente de ciclos hídricos –los ríos voladores que conocemos muy bien en Brasil, por ejemplo. Más del 80 % de la biodiversidad de todo el mundo está en los bosques tropicales. Por lo tanto, cumplen servicios ecosistémicos para la humanidad a nivel global. Lo que busca el TFFF es que el mundo remunere parte de estos servicios. Se trata de remunerar al bosque como base de la vida, como base de la economía, para nuestro bienestar”.
El secretario ejecutivo adjunto del Ministerio de Hacienda (MF), Rafael Dubeux, refuerza que el mecanismo otorga materialidad al valor de los bosques. “Para quien es propietario de un área, existe una especie de costo de oportunidad –para usar una expresión económica. En teoría podría –y no es una buena opción– considerar destruir esa área para colocar ganado o para hacer una plantación. Para quien es dueño de esa tierra, no es tan visible el dinero, el valor de ese bosque preservado. El TFFF está creando una solución para que quede claro que no es apenas un eslogan la idea de que el bosque en pie vale más que talado. Vamos a monetizar de verdad, viabilizar, pagar por el servicio de preservación del bosque”, destacó.
Según el secretario de Clima, Energía y Medio Ambiente del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), embajador Mauricio Lyrio, consolidar el TFFF en la COP30 fortalecerá el multilateralismo. “Es motivo de orgullo que, en Brasil, en Belém, es decir, en medio de la selva amazónica, nuestro país lance una iniciativa que partió del propio Sur Global, de la articulación de Brasil con otros países en desarrollo que tienen bosques tropicales. Eso tiene una importancia histórica”, evaluó.
Origen
Brasil lidera los esfuerzos por la creación del TFFF desde la COP28, realizada en Dubái en 2023, cuando el tema fue abordado públicamente por primera vez por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Hasta el momento, otros cinco países que poseen bosques tropicales integran la iniciativa: Colombia, Ghana, República Democrática del Congo, Indonesia y Malasia. Además, cinco países potencialmente inversionistas también participan en el proceso de fundación del mecanismo: Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Francia, Noruega y Reino Unido.
Recursos y atracción
Se espera que las naciones inversionistas dispongan de un aporte inicial de USD 25.000 millones durante los primeros años del TFFFF. Con esta inyección, debería ser posible apalancar otros USD 100.000 millones (capital sénior) del sector privado a lo largo de los próximos años. Los gobiernos, al aceptar el papel de capital júnior, consienten en asumir un riesgo un poco mayor que el sector privado, atrayendo a estos inversionistas.
Las proyecciones de los responsables por elaborar el TFFF también apuntan a que el mecanismo debe viabilizar USD 4.000 millones anuales para la preservación ambiental, lo que representa un valor cercano al triple del volumen aplicado globalmente para la protección de los bosques tropicales.
De manera innovadora, los recursos puestos a disposición por el TFFF se incorporarán a los presupuestos de los países con bosques tropicales, que contarán con una fuente de recursos previsible y a gran escala para financiar objetivos de largo plazo. El TFFF espera que los pagos a los países sean adicionales a los recursos del presupuesto que hoy se usan para la conservación de los bosques, los cuales son extremadamente limitados.
“Eso otorgaría una capacidad de inversión en políticas públicas muy fuerte”, subrayó André Aquino.

De acuerdo con Rafael Dubeux, el fondo cambiará la forma de aplicar el capital en favor del medio ambiente.
“A diferencia de experiencias anteriores muy basadas en donaciones, filantropía, el TFFF trae una innovación porque presiona menos el presupuesto de todos, ya que es una inversión”, destacó.
Se trata de un fondo fiduciario, similar a los “endowments” que sustentan a las grandes universidades privadas de EE.UU.
Aún conforme a Dubeux, si las previsiones se concretan, este será uno de los mayores fondos multilaterales jamás creados en el planeta, solo detrás del Banco Mundial.
Vea dónde se encuentran las 74 naciones que poseen bosques elegibles para integrar el fondo:

Funcionamiento
Los países con bosques tropicales que se adhieran al TFFF deberán presentar al consejo del fondo informes anuales que comprueben la conservación de los bosques, con monitoreo vía satélite. Brasil ya realiza este acompañamiento por medio del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), y podrá servir de ejemplo para las demás naciones, según el MMA.
Las cifras destinadas a las naciones con bosques siguen el cálculo de 4 dólares por hectárea preservada. Los desembolsos podrán ser suspendidos en caso de constatarse degradación forestal.
Los países beneficiarios tendrán autonomía para definir el destino final de los recursos. En Brasil, el Ministerio del Medio Ambiente prevé que los fondos puedan fortalecer una serie de medidas de preservación ambiental, como el Programa Bolsa Verde, la Política Nacional de Pago por Servicios Ambientales y acciones de incentivo a la bioeconomía.
“El TFFF apoya a los países que ya tienen una baja tasa de deforestación, aumentando los recursos para sus programas y políticas de conservación, uso sostenible y restauración”, afirma Garo Batmanian, director general del Servicio Forestal Brasileño.
A pesar de garantizar la libertad en la aplicación de los recursos, el TFFF tiene reglas de elegibilidad. Los países deben tener sistemas de gestión financiera transparentes y aceptar destinar el 20 % de los recursos específicamente a los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales.
En cuanto a las inversiones realizadas por el fondo para remunerar a los países, se prohíbe la aplicación en proyectos relacionados con combustibles fósiles. Se da prioridad a las acciones y títulos de gobiernos y empresas de países emergentes y a los productos considerados verdes.
Articulación internacional

El TFFF será uno de los principales argumentos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la 80.ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se realizará esta semana en Nueva York. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Brasil promoverá un evento para debatir la propuesta con líderes mundiales.
“Estamos trabajando para que los países señalen con firmeza el aporte de recursos a partir de la COP30”, enfatizó la ministra Marina Silva.
El embajador Mauricio Lyrio destacó que el fondo de bosques es una demostración de que el multilateralismo es capaz de entregar resultados concretos e innovadores, en un momento en que la cooperación internacional es cuestionada en algunas partes del mundo.
“No es algo que se impone del Norte al Sur, como solemos decir. Eso es muy importante para reforzar el multilateralismo en el área del clima. Es una señal de vitalidad”, subrayó el presidente de la COP30.
Además de los miembros del comité que está creando el fondo, la iniciativa ya ha recibido respuestas positivas de otros países, como los líderes de los BRICS y los países amazónicos. En septiembre, el Gobierno de China acogió con satisfacción la iniciativa brasileña de crear el TFFF, afirmando que la nación está ansiosa por el impacto positivo que esto puede generar para un planeta saludable.
Según el representante del MRE, la cancillería ha mantenido conversaciones con países en todas las partes del mundo, por medio de las embajadas brasileñas en el exterior y de las embajadas extranjeras en Brasilia.
Indígenas y comunidades locales

Una de las reglas previstas para el TFFF es que el 20 % del valor transferido a cada nación con bosques tropicales debe destinarse a las poblaciones indígenas y las comunidades locales. La forma de aplicar los recursos deberá ser definida por los gobiernos nacionales en coordinación con estas poblaciones, garantizando la soberanía de los países.
“Los pueblos indígenas son los mayores guardianes del bosque y de la biodiversidad. Eso ya está comprobado en muchos ámbitos. Y siempre lo hemos hecho sin ningún recurso. Contar con estos recursos garantizará la autonomía de los pueblos indígenas, la estructura necesaria para implementar sus proyectos e iniciativas, directamente en los territorios”, afirmó la ministra de los Pueblos Indígenas de Brasil, Sonia Guajajara.
Un informe de 2021 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) respalda la declaración de la ministra, mostrando evidencias de que los territorios en manos de pueblos indígenas y tradicionales sufren menos deforestación y emiten menos carbono. Según el documento, la eliminación de vegetación nativa en territorios demarcados como tierras indígenas en Brasil es 2,5 veces menor que en otras áreas.
Según la ministra, el Gobierno mantiene un diálogo con los pueblos originarios de otros países para hacer viable el TFFF, a través de conversaciones con la Alianza Global de Comunidades Territoriales (AGCT). La organización representa a 35 millones de personas que viven en territorios forestales de 24 países en Asia, África y América Latina.
Movilización de recursos
La decisión de celebrar la COP30 en el corazón de la Amazonia fue inspirada, entre otros motivos, por la necesidad de mostrar al mundo la importancia de los bosques tropicales para la manutención de la vida en el planeta.
Uno de los principales temas discutidos en la agenda de cambio climático es la movilización de recursos para apoyar a los países en desarrollo a implementar acciones de mitigación y adaptación. En la COP29, en Bakú, se definió como meta la recaudación de USD 1,3 billones para financiamiento climático hasta la conferencia, conforme a la Hoja de Ruta de Bakú a Belém. André Aquino ponderó que, a pesar de aún no formar parte de esta iniciativa, el fondo tiene potencial para ser incluido.
“El TFFF no es formalmente un instrumento de la UNFCCC, pero contribuye directamente a los objetivos de reducción de emisiones a través de la conservación del bosque, la preservación y la conservación de la biodiversidad, entre otros. De esa forma, sus recursos podrían llegar a contabilizarse en esta movilización que estamos intentando construir”, evaluó.
De acuerdo con el secretario ejecutivo adjunto de Hacienda, una de las ventajas del TFFF frente a otras medidas debatidas en el marco de la COP30 es que, para entrar en operación, el fondo no necesita la concordancia de los 196 países que participarán en el evento, sino que puede ponerse en marcha solo con la aportación inicial de los países inversores y el trabajo de los países con bosques.
Esta premisa también se aplica a la propuesta de creación de una coalición mundial de mercados de créditos de carbono.
Mercado de carbono y TFFF
Junto al TFFF, una de las principales propuestas del Ministerio de Hacienda para debatir en la COP30 es la creación de una coalición de mercados de crédito de carbono de varios países. Mientras que este mecanismo remuneraría a actores que capturan el gas de efecto invernadero, por ejemplo, mediante la reforestación, el TFFF pagará a Estados nacionales que preserven sus bosques, creando una complementariedad.
La idea es que los miembros de la coalición del mercado de carbono establezcan un límite global de emisiones que vaya reduciéndose a lo largo del tiempo. Brasil ya aprobó la legislación que regula este mercado en su territorio nacional. La medida está en fase de implementación.
Puede encontrar más información sobre la estructura del Fondo Bosques Tropicales para Siempre aquí. Todas las cifras indicadas en el reportaje y en el sitio señalado son estimaciones que aún están siendo negociadas por los países que participan en la elaboración del TFFF.
Versión en español: Trad. Kaique Ortiz.
Revisión: Enrique Villamil.