Entienda qué es la taxonomía sostenible y por qué es una de las principales agendas de Brasil en la COP30
Con el objetivo de consolidarse como líder global en la economía de bajo carbono, el país implementará su propia taxonomía, la cual define criterios para clasificar proyectos como sostenibles. Ahora, Brasil propone la construcción de parámetros internacionales. La medida aporta seguridad a las inversiones verdes y evita prácticas engañosas, como el greenwashing

Por el Ministerio de Hacienda
Brasil llega a la COP30 con la propuesta de poner la taxonomía sostenible en el centro de la nueva economía verde. Desarrollada bajo la coordinación del Ministerio de Hacienda, con amplia participación de la sociedad civil, órganos reguladores y expertos, la Taxonomía Sostenible Brasileña (TSB) funcionará como un “diccionario de la sostenibilidad”.
El instrumento define, con base en criterios técnicos y científicos, qué puede considerarse una actividad, proyecto o activo sostenible, observando metas de mitigación y adaptación al cambio climático, así como de reducción de las desigualdades de género y raza. La TSB será instituida por decreto en breve y su adopción será voluntaria.
En la 30.ª Conferencia de las Partes, el Gobierno brasileño propone construir una interoperabilidad global entre taxonomías nacionales, denominada Súper Taxonomía. Es decir, un mecanismo que permita a inversionistas, gobiernos y empresas comprender y comparar niveles de sostenibilidad de productos y actividades económicas en distintos países, respetando la soberanía, las decisiones y las prioridades de cada nación, a partir de parámetros oficiales universales.
En entrevista, la subsecretaria de Finanzas Sostenibles del Ministerio de Hacienda, Cristina Reis, explica cómo fue elaborada la taxonomía, qué cambia en la práctica para empresas y ciudadanos, y cómo esta agenda se conecta con otras iniciativas del Nuevo Brasil - Plan de Transformación Ecológica, uno de los programas nacionales que buscan cumplir la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) de Brasil.

¿Cómo se desarrolló la Taxonomía Sostenible Brasileña y cuál es el impacto de su implementación?
La Taxonomía Sostenible Brasileña establece cómo una actividad económica, un activo financiero o un proyecto de inversión puede considerarse sostenible, con base en criterios objetivos de contribución sustancial y de no causar perjuicios significativos a los objetivos económicos, sociales, ambientales y climáticos. Este mecanismo analiza diversas actividades económicas y, en su primera edición, se centra en la mitigación y adaptación al cambio climático y en la reducción de las desigualdades de género y raza.
Elaborado con amplia gobernanza y participación social, este instrumento pasó por consulta pública durante casi cinco meses y recibió más de cinco mil aportes. Al definir qué es sostenibilidad, tiene un gran potencial transformador, pudiendo orientar el etiquetado de productos financieros, la concesión de beneficios fiscales y crediticios, las compras públicas y la cooperación internacional.
Esperamos que sea un faro para atraer inversiones e incentivar a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles e inclusivas. Es un marco para el desarrollo económico y ambiental del país.
¿Qué cambia en el día a día de las personas y las empresas con la implementación de la taxonomía?
La implementación de la taxonomía orientará a las empresas sobre cómo informar, verificar y monitorear sus datos de sostenibilidad. Para cumplir con los criterios, deberán adoptar rutas tecnológicas más limpias y descarbonizantes, además de promover la equidad racial y de género en toda la cadena productiva. La taxonomía también orienta al sistema financiero en la concesión de incentivos, que tienden a ser más ventajosos para productos y proyectos sostenibles.
Así, las oportunidades de inversión y empleo se concentrarán en esas áreas, creando un ciclo virtuoso de innovación, desarrollo e inclusión social.
¿Puede darnos un ejemplo de cómo se aplicaría la taxonomía en la práctica?
Actualmente existen más de BRL 400.000 millones en títulos privados negociados en el mercado brasileño con sello de sostenibilidad, utilizando diversas métricas. Estamos proponiendo una herramienta que acerque esos estándares y unifique la metodología de evaluación. Podría decirse que se trata de un enfoque de Ambiental, Social y Gobernanza (ESG) oficial, claro y estandarizado.
Los informes de sostenibilidad de las instituciones en general también pasarán a incorporar estos indicadores, que reflejan el avance de la agenda ESG. Es una herramienta poderosa contra prácticas engañosas como el greenwashing.
Brasil lidera una propuesta de Súper Taxonomía en la COP30. ¿Cómo funcionaría esa armonización de taxonomías en el mundo y por qué es estratégica para Brasil?
La Súper Taxonomía forma parte de la Agenda de Acciones Globales de la COP30 en el área de finanzas sostenibles.
El objetivo es facilitar la comparación entre taxonomías, valorando sus diferencias y permitiendo flujos financieros más eficientes y transparentes entre países, definiendo principios mínimos que puedan adoptarse o requisitos básicos que no puedan incumplirse.
Defendemos el uso de salvaguardas internacionales, especialmente en materia de derechos humanos, medio ambiente y biodiversidad, así como la adopción del principio de proporcionalidad, con atención a las micro, pequeñas y medianas empresas, de modo que el establecimiento de parámetros internacionales se concrete de manera justa.
El tema fue debatido por primera vez en el ámbito del BRICS en mayo de este año, con una buena participación de los demás países.
¿Cómo puede esta propuesta global abrir nuevos mercados laborales y de inversión para Brasil y otros países?
Al establecer mecanismos de comparación e interoperabilidad entre taxonomías nacionales, esa claridad genera un ambiente de confianza que facilita el flujo de capitales y asociaciones más allá de las fronteras, abriendo oportunidades de inversión y creación de empleo en sectores como energía limpia, agricultura sostenible y bioeconomía.
De esta manera, conecta la sostenibilidad con empleos de alta calidad, capaces de generar prosperidad.
¿Cómo se relaciona la taxonomía con el Plan de Transformación Ecológica del Ministerio de Hacienda y otras políticas públicas?
La taxonomía es la base de las políticas de sostenibilidad. Define criterios técnicos para instrumentos como los Bonos Públicos Sostenibles, el Eco Invest, el Fondo Clima y otras acciones del Sistema Nacional de Fomento. El decreto que regula este mecanismo preverá etiquetado financiero, compras públicas y beneficios fiscales y crediticios.
También dialoga con políticas como el mercado de carbono, las líneas de crédito sostenibles del Plano Safra, las debentures de infraestructura y los fondos regionales de desarrollo, como los de la SUDAM, SUDENE y los fondos de la Reforma Tributaria.
La taxonomía es, por lo tanto, estructural: orienta tanto las políticas públicas como al sector privado, actuando como un faro de la sostenibilidad.
¿De qué forma se abordará la taxonomía en la COP30?
Queremos ahora fomentar el debate internacional sobre la Súper Taxonomía, con base en los principios que propusimos y en la creación de herramientas que comparen taxonomías. Esperamos que el tema ingrese en la agenda de negociación del Artículo 2.1(c) del Acuerdo de París, que trata sobre la asignación de flujos financieros compatibles con la transición climática.
Más que una norma técnica, la taxonomía es un instrumento esencial para orientar las inversiones y las finanzas hacia el desarrollo sostenible: un nuevo paradigma para el futuro de la economía y del trabajo.
Versión en español: Trad. Kaique Ortiz
Revisión: Enrique Villamil