En la COP30, la salud no puede ser una "nota a pie de página", defiende Alianza Global
En el cierre de la Conferencia Global sobre Salud y Clima, representantes de diversos sectores enfatizaron que las negociaciones deben incluir los impactos del cambio climático en los sistemas de salud, especialmente en los debates sobre adaptación
Por Mayara Souto / COP30

“La salud no es solo una nota de página”, afirmó Jess Beagley, referente política de la Alianza Global sobre Clima y Salud (GCHA, por sus siglas en inglés), durante el acto de clausura de la Conferencia Global sobre Salud y Clima, realizada el jueves 31 de julio en Brasilia, Distrito Federal. Su declaración resume el eje central del evento, que reunió a representantes del Gobierno brasileño y de la sociedad civil, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), Alianza para la Acción sobre el Cambio Climático y la Salud (ATACH, por sus siglas en inglés), entre otras instituciones.
En la ocasión, los participantes recordaron los debates de los tres días de conferencia, destacando cómo el cambio climático impacta en la salud de las poblaciones y defendiendo que este tema debe ocupar un lugar central en la COP30. Así lo subrayó Beagley en su discurso.
“El cambio climático, como todos sabemos, es la mayor amenaza para la salud humana. Por lo tanto, debemos hacer nuestra parte para que la toma de decisiones climáticas sea lo más ambiciosa posible. Eso se define en las negociaciones de la UNFCCC sobre temas como adaptación, mitigación, pérdidas y daños, y financiamiento. La salud debe integrarse en todas las áreas de toma de decisiones”, enfatizó.
Adaptación
La adaptación, según Beagley, es el primer ámbito de las negociaciones climáticas donde la preocupación por la salud se vuelve explícita, ya que las poblaciones están experimentando los impactos de fenómenos climáticos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor. El tema será una de las prioridades de la COP30, que iniciará la construcción de indicadores globales de adaptación, entre los cuales se incluirán parámetros de salud.
“Podemos tener los mejores indicadores de salud del mundo, pero si no contamos con financiamiento, transferencia de tecnología y capacitación para implementar las acciones necesarias, serán totalmente inútiles. Incluso con los niveles actuales de calentamiento, los sistemas de salud enfrentan grandes desafíos. No sabemos cómo sería con un aumento de 2 °C. ¿Cómo empezamos a planificar para un escenario de 3 °C? Por eso, es fundamental que logremos reducir las emisiones”, advirtió Beagley, haciendo referencia al Acuerdo de París, en el cual los países firmantes acordaron limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
El debate global sobre adaptación y salud climática debe fortalecerse con compromisos nacionales y participación popular, según la representante de la ATACH y de la OMS, Elena Villalobos Prats. “Lo que queremos es garantizar que esa implementación se concrete verdaderamente a nivel nacional. Trabajaremos en estrecha colaboración con Brasil para desarrollar indicadores que nos permitan materializar todas las declaraciones tan importantes que escuchamos hoy y esta experiencia que proviene de las bases, de las comunidades indígenas y afrodescendientes, para avanzar hacia una implementación más concreta”, afirmó.
El representante de la OPS en Brasil, Cristian Morales, subrayó que la Conferencia Global sobre Clima y Salud fue un hito político y técnico para que el país expresara su compromiso con los principios de equidad y universalidad del Sistema Único de Salud (SUS), a través de acciones concretas de adaptación y mitigación frente a los efectos del cambio climático. También expresó su preocupación con respecto a la movilización de recursos para proteger las redes de salud. “La salud debe estar en el centro de las estrategias globales. Actualmente, menos del 1 % del financiamiento climático se destina al área de salud. La COP30 representa una oportunidad histórica para revertir esta situación”, enfatizó.
La coordinadora general de Adaptación de la Secretaría Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA), Inamara Melo, también destacó el protagonismo de Brasil en la agenda de adaptación climática y adelantó que el Plan Nacional sobre el tema será anunciado en la Pre-COP, que se celebrará los días 13 y 14 de octubre en Brasilia.
Plan de Belém
Sobre la inclusión del tema salud en la agenda climática, el jefe de la División de Clima Global del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) de Brasil, Igor Barbosa, reafirmó el compromiso del país con esa pauta. “La salud es uno de los temas prioritarios de la reunión de Belém y, sin duda, contaremos con un documento clave: el Plan de Acción de Belém. Realizaremos consultas en Ginebra y también participaremos en los eventos en Belém para que el plan establezca objetivos claros sobre cómo abordaremos la adaptación en relación con la salud y el cambio climático”, declaró el representante del MRE.
El Plan de Acción de Belém ya está en proceso de elaboración y seguirá recibiendo contribuciones hasta la COP30. El documento pretende consolidar, como referencia global, medidas para fortalecer sistemas de salud resilientes frente al aumento de los efectos climáticos.
