Sin adaptación, el cambio climático se convierte en un multiplicador de la pobreza, afirma el presidente de la COP30 en una nueva carta
La adaptación no es una alternativa al desarrollo: es la propia esencia del desarrollo sostenible en un mundo afectado por el cambio climático, afirma el embajador André Corrêa do Lago

La presidencia de la COP30 presentó el jueves 23 de octubre su octava carta a la comunidad internacional, dedicada al tema de la adaptación climática. El documento invita a los países a reflexionar sobre la adaptación como el siguiente paso en la evolución humana y subraya su importancia para proteger vidas y economías en un planeta cada vez más afectado por el cambio climático.
Firmada por el presidente designado de la COP30, André Corrêa do Lago, la carta defiende que la adaptación ocupe el centro de las estrategias de supervivencia y estabilidad económica. “Sin adaptación, el cambio climático se convierte en un multiplicador de la pobreza, destruyendo medios de vida, desplazando a trabajadores y aumentando el hambre. A medida que los impactos se intensifican, la inacción deja de ser un fallo técnico para convertirse en una elección política sobre quién vive y quién muere”, afirma el embajador.
La adaptación climática ya no es opción que sigue a la mitigación, señala Corrêa do Lago: es la primera parte de nuestra supervivencia. “En cada momento decisivo de nuestra evolución, nuestra especie ha conquistado su lugar en este planeta a través de la adaptación: aprendiendo, innovando y transformando las propias condiciones de la vida. Adaptarse siempre ha exigido el coraje de abandonar lo que ya no nos sirve, preservando al mismo tiempo aquello que nos define.”
La carta advierte de que la falta de adaptación amplía las desigualdades, amenaza los puestos de trabajo y pone en tensión las finanzas públicas, sobre todo en los países más vulnerables. También resalta que invertir en adaptación es un camino económicamente ventajoso, capaz de proteger a las comunidades, reducir pérdidas y evitar costos mucho mayores en el futuro. El texto destaca además que los recursos públicos son fundamentales para financiar acciones de adaptación, sobre todo en países con espacio fiscal limitado, y que la ampliación de la cooperación internacional es esencial para garantizar que el apoyo llegue a los más vulnerables.
La presidencia reafirma que la COP30 debe ser recordada como la COP de la implementación y de la adaptación. “En mi primera carta mencioné que estamos ingresando en una era peligrosa, en la que los ricos —tanto de países desarrollados como en desarrollo— se aíslan detrás de muros resilientes al clima, mientras los pobres permanecen expuestos. Un futuro así debe rechazarse de inmediato. Es antiético, inmoral y, en última instancia, autodestructivo, pues corroe la cooperación misma que hizo posible la evolución humana. Aun así, ya vemos señales de este escenario distópico que están emergiendo como tendencia”, escribió el presidente de la COP30.
Para Corrêa do Lago, lograr un gran punto de inflexión en materia de adaptación en la COP30 es “esencial para alinear el régimen climático con la vida real de las personas, al mismo tiempo que se refuerza el multilateralismo y acelera la implementación del Acuerdo de París”.
Como afirma el presidente Lula, la COP30 será la COP de la verdad, “en la que se pondrá a prueba nuestra capacidad de dejar de lado las diferencias y hacer frente a la crisis climática como la amenaza existencial que supone”, señala la carta. “La cooperación debe volver a emerger como el principio organizador de la respuesta global. Nuestra capacidad para implementar las disposiciones sobre adaptación de la CMNUCC y del Acuerdo de París, mediante una cooperación internacional fortalecida, determinará si somos capaces no solo de sobrevivir, sino también de convertirnos en la mejor versión de la humanidad: una humanidad basada en la dignidad, la justicia y la solidaridad.”
En Belém, será necesario renovar la alianza entre la humanidad y la naturaleza, transformando la vulnerabilidad en solidaridad, la cooperación en resiliencia y la adaptación en evolución. “Cambiando por elección, juntos.”