La COP con la mayor participación indígena de la historia impulsa la protección de territorios y mecanismos de fortalecimiento de la agenda
Cerca de cinco mil integrantes de pueblos originarios de todo el mundo participaron en la COP30; trescientos sesenta de ellos estuvieron presentes en los debates con negociadores dentro de la Zona Azul

Con información del Ministerio de los Pueblos Indígenas, Laura Marques/COP30
La 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) reunió, en Belém, Pará, al menos cinco mil indígenas que participaron en los debates de diversas formas, según el movimiento indígena en diálogo con el Ministerio de los Pueblos Indígenas (MPI). De acuerdo con la cartera, cerca de 3.500 integrantes de pueblos originarios se alojaron en la Aldea COP, una amplia estructura montada en la Universidad Federal de Pará (UFPA).
Los pueblos indígenas participaron en múltiples movilizaciones que dirigieron la atención de la COP30 hacia su agenda, como debates en la Zona Azul con negociadores, la inédita Cumbre de los Pueblos y el Pabellón del Círculo de los Pueblos en la Zona Verde, presidido por la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara. Ella destacó que la creación del MPI por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva permitió la autonomía indígena en diversos frentes y fue un puente para viabilizar una presencia indígena de calidad en la COP.
“Se trata de una construcción conjunta para colocar a los pueblos indígenas en el centro del debate político, para que tengan una participación efectiva más allá de la cantidad”, afirmó la ministra, señalando que 360 indígenas brasileños integraron la delegación brasileña en la Zona Azul. Anteriormente, el número récord había sido registrado en la COP de Dubái, con 350 representantes de pueblos originarios de todo el mundo. Además de la participación nacional, cerca de 500 delegados de otras organizaciones indígenas y de otros países estuvieron presentes en la Zona Azul de la COP30.
Según el MPI, Belém fue el escenario de una enorme diversidad de pueblos e idiomas, con gran visibilidad, reconocimiento y protagonismo para el tema gracias a anuncios concretos. Ejemplos importantes incluyen la creación de fondos de financiamiento ambiental, como el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), y la firma del Compromiso Intergubernamental sobre Tenencia del Territorio por varios países, incluido Brasil. También se destacó la homologación de cuatro territorios indígenas y la demarcación de diez territorios indígenas por parte del Gobierno brasileño.
“Los pueblos indígenas llegaron a Belém impulsados por la demarcación de territorios indígenas, porque es nuestra prioridad y una estrategia para enfrentar la crisis climática. Fueron las voces indígenas en la conferencia, las articulaciones del MPI y de la FUNAI y toda la preparación lo que nos trajo estas conquistas”, evaluó la presidenta de la FUNAI, Joenia Wapichana.
El coordinador ejecutivo de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), Kleber Karipuna, destacó que Brasil alcanzó un hito histórico. “Difícilmente esta participación indígena será superada en otras COP. Agradezco los compromisos asumidos para la protección de 63 millones de hectáreas de territorios indígenas y quilombolas en Brasil”, afirmó.
Aldea COP
La estructura acogió a integrantes de 385 pueblos diferentes de todo el mundo. De ellos, 312 eran brasileños y 73 de otros 42 países. En total, el espacio recibió 10 mil visitantes, según el MPI.
“Ante la movilización para traer a miles de indígenas a Pará, decidimos crear nuestra propia aldea para superar el alto costo del hospedaje. La Aldea COP se convirtió en nuestro espacio de encuentro, debate, diálogo y espiritualidad, para garantizar que quienes enfrentan la crisis climática no sean ignorados. Por primera vez en la historia de las Conferencias, la agenda indígena ocupó el centro del debate”, celebró la ministra Sonia Guajajara.
“Creo que logramos mostrar a quienes nos visitaron algo que venimos diciendo desde hace mucho tiempo: nosotros somos la respuesta para mantener el bosque en pie”, añadió Concita Sompré, presidenta del Consejo de Articuladores Regionales de la Federación de los Pueblos Indígenas de Pará.
COParente y Kuntari Katu
Los 360 indígenas que actuaron en la Zona Azul fueron seleccionados en el Ciclo COParente: una serie de eventos realizados antes de la COP30 por el MPI para preparar liderazgos e informar a estas poblaciones sobre el funcionamiento y la relevancia de la conferencia.
Del total, 32 indígenas eran integrantes del curso Kuntari Katu, realizado por el MPI en alianza con el Instituto Río Branco y el Itamaraty, para formar liderazgos indígenas capaces de incidir en espacios de gobernanza global.
Otros avances
Durante la COP30, el MPI lanzó el Manual de Activación y Respuesta en Conflictos Fundiarios que Involucran a Pueblos Indígenas. El documento es una herramienta inédita desarrollada por el ministerio en colaboración con el Banco Mundial, en el marco del proyecto Restitución de Territorios y Construcción de Paz en Territorios Indígenas. Su objetivo es orientar a líderes indígenas, servidores públicos e instituciones sobre los procedimientos en situaciones de disputa por territorios.
La cartera también publicó, durante la Conferencia, el informe Socavando Derechos: Impactos de la Minería sobre los Pueblos Indígenas y el Clima, elaborado en colaboración con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). El texto presenta tres casos de conflictos relacionados con la minería en la Amazonía y concluye que la actividad avanza sobre territorios tradicionales con graves violaciones a los derechos de los pueblos indígenas.
Además, la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai) instituyó los Sellos Turismo, Ecoturismo y Etnoturismo Indígena. Los tres sellos certifican la oferta de servicios turísticos que cumplen requisitos de seguridad y sostenibilidad, adoptando buenas prácticas de gestión territorial y ambiental.
