Los bancos pueden impulsar la conservación de la Amazonia, destaca la presidenta del Banco do Brasil

En un artículo publicado en Newsweek, Tarciana Medeiros resaltó las iniciativas del Banco do Brasil en favor de los bosques, en el marco de la agenda previa a la COP30, que se celebrará en Belém.

Por Tarciana Medeiros, presidenta del Banco do Brasil

Por primera vez, líderes internacionales se reunirán en el corazón de la Amazonia, con Brasil como país anfitrión de la COP30, en noviembre de este año. Ubicada en la desembocadura del río Amazonas, Belém alberga a más de 1,3 millones de habitantes y está marcada por sus rascacielos: una metrópoli que podría parecer incompatible con el bosque, y que fue mi hogar durante cerca de dos años.

La Cumbre del Clima de las Naciones Unidas pone de relieve la urgente responsabilidad de preservar este bioma — que se extiende por nueve países —, al mismo tiempo que dará visibilidad al desafío de conciliar el desarrollo económico y la integración social con la protección medioambiental.

La ciudad de Belém es un polo de la economía amazónica. El Banco do Brasil, la mayor institución financiera del país — que tengo el honor de presidir —, desempeña un papel estratégico en la bioeconomía, apoyando el desarrollo de alternativas económicas sostenibles y centradas en las personas, como el cultivo de cacao, de açaí, de mandioca y de pimienta. Al escuchar las necesidades de las comunidades locales, hemos logrado fomentar cadenas de valor que promueven la inclusión social. Ya implementamos polos de bioeconomía en cinco estados brasileños y planeamos expandir este modelo para apoyar alternativas sostenibles también en otros biomas, como el Cerrado.

Esta semana, firmé un acuerdo con el Gobierno del estado de Pará —anfitrión de la COP — para destinar más de USD 90 millones al financiamiento de la bioeconomía y la innovación, con énfasis en el apoyo a productores comunitarios, el fortalecimiento de los negocios locales y la promoción de un crecimiento económico inclusivo.

Desarrollar alternativas económicas sostenibles para los más de 40 millones de habitantes de la cuenca amazónica es una tarea impostergable. A través del Banco do Brasil, estoy comprometida con la reducción de la deforestación y con la promoción del uso sostenible del suelo, enfocándome en la conservación de los recursos naturales y en la generación, mantenimiento y diversificación de los ingresos de los agricultores familiares.

Durante un evento realizado paralelamente a la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, el Banco do Brasil y el grupo Natura formalizaron un acuerdo de financiamiento por USD 9 millones para proyectos de impacto en la región Norte de Brasil, con foco en Sistemas Agroforestales (SAF). La iniciativa pretende restaurar unas 30 hectáreas de bosque, con potencial de movilizar hasta USD 376 millones en financiamientos futuros.

Durante mi participación en la Climate Week NYC, tuve la oportunidad de dialogar con inversionistas y reforzar nuestro compromiso con la agenda climática, especialmente después de que el Banco do Brasil fuera reconocido, por sexta vez en 2025, como el banco más sostenible del mundo, según la clasificación de Corporate Knights.

La restauración de áreas degradadas, la transición hacia energías renovables y las soluciones para la descarbonización están entre las prioridades de mi gestión. El Banco do Brasil estableció una nueva meta: conservar o reforestar 5 millones de hectáreas hasta 2027. Actualmente, nuestras operaciones son abastecidas al 100 % por energía solar, con 23 plantas propias en funcionamiento. Nuestra cartera de crédito ESG ya alcanza los USD 75 mil millones, de los cuales más de 3 mil millones se destinan exclusivamente a energías renovables.

Mientras nos preparamos para los desafíos futuros, también estamos desarrollando metodologías propias para actuar directamente en el mercado de carbono — que acaba de entrar en fase de implementación en Brasil, tras la aprobación de su marco regulatorio a finales del año pasado. Mediante el uso de inteligencia artificial, geoprocesamiento y análisis de datos, estamos identificando oportunidades para la generación de créditos de carbono enfocados en la preservación de bosques y la restauración de tierras degradadas.

Comprender nuestra Amazonia y las necesidades de su población es esencial para garantizar una preservación eficaz, que genere beneficios a escala global. Por ello, los debates que se llevarán a cabo este año en la región representan una oportunidad crítica que no podemos desaprovechar.

Tarciana Medeiros es presidenta del Banco do Brasil, institución financiera de economía mixta. Es la primera mujer en ocupar la presidencia del banco más grande y antiguo del país, presente en más de 80 países.

El contenido fue publicado originalmente en Newsweek.

Versión en español: Trad. Kaique Ortiz.
Revisión: Enrique Villamil.