El Fondo Amazônia cuadruplica aprobaciones, amplía su capilaridad y se consolida como instrumento de financiamiento climático
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil señala que reconstruyó la capacidad operativa del mecanismo tras cuatro años de paralización, alcanzando una actividad récord

Por BNDES
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) y el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA) presentaron, en la COP30 en Belém (Pará), el balance más sólido de toda la trayectoria del Fondo Amazônia, confirmando la ampliación de la escala, la capilaridad y el impacto del principal mecanismo de financiamiento climático basado en resultados del mundo. En 17 años, el fondo financió más de 140 proyectos, alcanzó al 75% de los municipios de la Amazônia Legal, apoyó a más de 260 mil personas y se consolidó como una referencia internacional en gobernanza, transparencia y resultados concretos en restauración forestal, protección territorial, sociobioeconomía, regularización fundiaria, seguridad pública ambiental, educación y fortalecimiento institucional de pueblos y comunidades tradicionales.
Presentado por la directora Socioambiental del BNDES, Tereza Campello, el balance demuestra que, tras cuatro años de paralización (2019–2022), el Fondo Amazônia reconstruyó su capacidad operativa y alcanzó el ciclo más activo de aprobación de proyectos, con un promedio anual que se cuadruplicó.
“Después de cuatro años sin aprobar un solo proyecto, reconstruimos toda la cartera, reorganizamos la estrategia y demostramos que es posible actuar con escala, urgencia e impacto. Este balance demuestra la fuerza de un instrumento que combina política pública, ciencia, participación social y cooperación internacional”, afirmó Campello.
El secretario ejecutivo del MMA, João Paulo Capobianco, destacó que los resultados revelan la consolidación de una estrategia de Estado. Recordó que la concepción del Fondo Amazônia nació del enfrentamiento al desmatamento liderado por el gobierno brasileño a partir de 2006, con el Plan de Prevención y Control del Desmatamento en la Amazônia (PPCDAm), que articuló a 13 ministerios. “Reducimos las emisiones en 5 mil millones de toneladas de CO₂ equivalente entre 2004 y 2012 al combatir frontalmente el desmatamento. Demostramos al mundo que había método, había ciencia y había política pública”.
El secretario también enfatizó el carácter ético e intergeneracional de la iniciativa. “Cada inversión del Fondo Amazônia lleva un mensaje poderoso: la selva tiene valor en pie. Avanzar hacia un desarrollo sostenible no es una utopía, es una decisión política”.
La reanudación coincidió con una ampliación inédita de la base de donantes. El número de contribuyentes pasó de tres a diez, con la entrada de la Unión Europea, Suiza, Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Irlanda y Japón. A ellos se suman los donantes históricos —Noruega y Alemania— que reforzaron sus compromisos, además de la donación de Petrobras. El ministro Andreas Bjelland Eriksen, jefe de la cartera de Medio Ambiente de Noruega, mayor donante desde 2008, destacó durante el evento en la COP30 el papel estratégico de la asociación y la confianza en la nueva etapa del fondo.
En representación de Alemania, Wolfgang Bindseil, ministro de la Embajada de Alemania en Brasil, reiteró el compromiso del país europeo. “Alemania apoya el Fondo Amazônia desde el inicio y mantuvo ese apoyo incluso en los momentos más difíciles. La recuperación rápida y consistente del fondo evidencia su importancia y credibilidad internacional. Ver el crecimiento del número de proyectos, la expansión territorial y el fortalecimiento institucional de órganos como el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) demuestra que este es un modelo internacional de referencia para el financiamiento climático basado en resultados”, destacó.
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Versión en español: Enora Lessinger (POET/UFC)
Revisado por: Mariana De Santi (POET/UFC)
