Brasil y Francia unen fuerzas por NDC más ambiciosas en una década crítica
Con miras a la COP30, países anuncian acciones conjuntas para acelerar la transición energética y luchar contra la deforestación. Francia declara su apoyo a una mutirão global por el clima
Redacción de la página web de la COP30
El jueves, 5 de junio, Día Internacional del Medio Ambiente, Brasil y Francia publicaron un comunicado conjunto reafirmando su cooperación bilateral para enfrentar la crisis climática, con enfoque en la COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, capital del estado de Pará. En el documento, ambos países piden acciones “más rápidas y eficaces” para limitar el calentamiento global a 1.5 °C, según lo previsto en el Acuerdo de París, que cumple diez años en 2025. La acción se enmarca en la visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Francia.
Las dos naciones subrayan la necesidad de que el mundo se comprometa con Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) más ambiciosas de aquí a 2030, con metas claras para la reducción de emisiones en todos los sectores económicos y para enfrentar la deforestación, especialmente en la Amazonia, que será sede de la COP30. También exhortan a los países más ricos a aumentar sus esfuerzos de financiación para ampliar la capacidad de inversión climática y medioambiental de los países en desarrollo.
El comunicado destaca la COP30 como un “marco para el multilateralismo” y resalta la importancia de la participación de comunidades indígenas, del sector privado y de los gobiernos subnacionales. Además, el gobierno francés expresó su respaldo a la propuesta de la presidencia de la Conferencia de impulsar un gran mutirão global por el clima, con potencial de generar resultados concretos centrados en la “acción colectiva por el bien común”.
“Hacemos un llamado a todos los agentes para que se unan y se comprometan colectivamente a alcanzar nuestras metas climáticas —dentro de las instituciones internacionales, del sistema financiero y de nuestras sociedades. Invitamos a otros países a sumarse a nuestros esfuerzos para combatir la desinformación climática y reafirmar la centralidad del conocimiento científico, así como del saber y la sabiduría de los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales”, señala el texto.
Es necesario hacer más
El texto celebra los avances logrados a partir del Acuerdo de París, pero reconoce que el ritmo de implementación de los compromisos es aún insuficiente para contener la crisis climática. “Necesitamos actuar mejor y más rápido para alcanzar todos los objetivos del acuerdo, en particular el de limitar el aumento medio de la temperatura a 1,5 °C, y hacer más concretas las perspectivas de una transición justa que no deje a nadie atrás”, afirman Brasil y Francia.
Lucha contra las desigualdades
El comunicado también destaca que la transición climática no puede desvincularse de la lucha contra las desigualdades sociales y económicas. “Las políticas de transición energética y adaptación para poblaciones vulnerables son estrategias de desarrollo viables y esenciales”, sostienen los países.
Asimismo, las naciones abogan por la priorización del Fondo de Pérdidas y Daños —creado para compensar a los países más afectados por el cambio climático— y del Marco de Resiliencia Climática de los Emiratos Árabes Unidos, como instrumentos clave para reducir la vulnerabilidad de las comunidades locales. “La transición debe fortalecer la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad. Estos desafíos no pueden ser considerados contradictorios”, concluyen.
Versión en español: Trad. Kaique Ortiz.
Revisión: Enrique Villamil.