Brasil impulsa en Bonn un plan para la financiación climática de cara a la COP30
Brasil presentó hoy en Bonn un ambicioso plan de financiación climática, la hoja de ruta de Bakú a Belém, con el objetivo de tender un puente entre los debates de la COP29 y la COP30. La iniciativa pretende acelerar las decisiones políticas concretas y asegurar recursos para las naciones en desarrollo, enfatizando la urgencia de la acción climática

Por Mara Karina Sousa-Silva | marakarina.silva@presidencia.gov.br
Este "roadmap", o hoja de ruta, que pretende asegurar la financiación climática, se extiende desde los debates de la COP29 en Azerbaiyán hasta la COP30 en Brasil. La embajadora Tatiana Rosito, del Ministerio de Hacienda de Brasil, presentó la propuesta para su consulta a las partes interesadas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) el jueves, 19 de junio, en Bonn, Alemania. La hoja de ruta de Bakú a Belém figura como uno de los temas prioritarios en debate en este evento, considerado clave en la agenda previa a la conferencia bajo el mandato brasileño.
En representación de Fernando Haddad, ministro de Hacienda brasileño y líder del Círculo de Ministros de Finanzas de la COP30, la embajadora Rosito subrayó que la mayoría de las delegaciones reconocen la importancia de la iniciativa. Destacó la necesidad de que la hoja de ruta sea "clara, creíble y accionable" para apoyar a las naciones en su búsqueda de financiación para enfrentar los efectos de la crisis climática.
Además, la embajadora resaltó el apoyo de las partes a la medida, que busca asegurar la integración de la agenda climática en las políticas macroeconómicas de los países. Esto es fundamental para que las decisiones de las COP se implementen de manera efectiva y beneficien a toda la sociedad.
“Esta hoja de ruta es un espacio para construir caminos para la movilización de USD 1,3 billones en financiación climática. Nuestro objetivo es producir un informe claro, creíble y accionable, que sirva como guía para la futura implementación de decisiones que dependen, en muchos casos, de los ministros de Finanzas”, explicó Rosito.
Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30, señaló que, durante esta semana, otros diálogos con las partes también han puesto de manifiesto la importancia de la hoja de ruta, con sugerencias concretas para afinar la propuesta liderada por Brasil. “Será un paso importante para reformular la arquitectura financiera global y movilizar recursos. También necesitamos garantizar otros instrumentos económicos para suplir las necesidades. Los países en desarrollo requieren tanto de la transición energética como de financiación para preservar bosques, océanos y otros recursos naturales”, ejemplificó Toni.
La centralidad del debate sobre financiación climática para el éxito en el enfrentamiento a la crisis climática fue enfatizada por Simon Stiell, secretario ejecutivo de la UNFCCC. Stiell puntualizó que la agenda trasciende los debates sobre números y plazos, funcionando como una prueba de credibilidad sobre si el proceso para alcanzar USD 1,3 billones para 2035 resultará en recursos a una escala suficiente para acciones climáticas en los países en desarrollo.
“Ustedes aportan la innovación, la urgencia y la perspectiva necesarias para asegurar que este proceso ofrezca tanto ambición como implementación. Tenemos una meta clara: escalar la financiación. Sabemos lo que se necesita: expandir la financiación pública, especialmente subsidios e instrumentos no basados en deuda, simplificar el acceso y apalancar capital estratégico a escala. Pero, ahora, necesitamos ir más allá, pasando de las contribuciones a la acción. Es esto lo que dará a esta hoja de ruta una tracción real, tanto política como práctica”, afirmó Stiell, convocando a las partes a contribuir con la propuesta.
Para sentar las bases de estas contribuciones, la embajadora Rosito detalló los ejes del plan de acción del Círculo de Ministros de Finanzas, que ya reúne a 32 países. Este desafío combina la urgencia política con la indicación de reformas técnicas esenciales para que la agenda avance. El trabajo, iniciado durante las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril, deberá ser concluido y presentado en la reunión anual en octubre.
Reformas bancarias y fondos no reembolsables
Según Rosito, el primer eje aborda el núcleo del problema: la estructura de los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD), como el Banco Mundial y el FMI. Estos organismos necesitan ampliar su capacidad de préstamo mediante la optimización de sus balances y el uso de capital contingente. “Quizás no hemos visto una oportunidad como esta en los últimos 200 años”, sostuvo. La hoja de ruta también aboga por la expansión de financiación con condiciones especiales para países en desarrollo, particularmente en temas de adaptación y pérdidas y daños.
Sin dejar a nadie atrás
La embajadora Rosito explicó que el plan contempla además la creación de plataformas nacionales (country platforms) para conectar proyectos locales con inversores globales. Según Rosito, el Círculo también incluirá en el plan acciones para atraer capital privado con garantías y reducción de riesgos cambiarios.
Reglas claras y urgencia
En la recta final, el Círculo de Ministros de Finanzas exigirá regulaciones climáticas para los mercados financieros, incluyendo la fijación de precios al carbono y la supervisión por parte de los Bancos Centrales. “Todas las prioridades están interconectadas y serán cruciales para movilizar los USD 1,3 billones. Nuestro compromiso es ofrecer un documento estructurado, con recomendaciones concretas y ejemplos de acciones. Contamos con el apoyo de todos para que este proceso sea inclusivo y eficaz”, concluyó Tatiana Rosito.