La protección de los bosques tropicales y la transición energética estarán en el centro de la agenda de la Cúpula de Líderes
La Cumbre del Clima de Belén ya cuenta con la confirmación de 143 delegaciones. El objetivo es alinear compromisos y preparar las bases para las negociaciones que se llevarán a cabo durante la COP30
Por Flávia Gianini/COP30
La preservación de los bosques, como la Amazônia, y los mecanismos para hacer posible este objetivo —como el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés)— estarán en el centro de los debates de la Cúpula del Clima en Belém (Pará), que se celebrará los días 6 y 7 de noviembre, según informaron autoridades brasileñas. La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva; el presidente de la COP30, embajador André Corrêa do Lago; y el secretario de Clima, Energía y Medio Ambiente del Itamaraty, embajador Maurício Lyrio, presentaron los principales ejes de Brasil en el evento este viernes 31, en Brasilia (Distrito Federal).
El encuentro entre líderes mundiales prepara el terreno para la COP30, en la que Brasil será país anfitrión, también en la capital paraense.
Amazônia
Brasil eligió la Amazônia como sede de la COP30 para evidenciar el riesgo de que la mayor selva tropical del planeta alcance un punto de no retorno y, con ello, genere consecuencias irreversibles para la vida en la Tierra. “La intención es no descuidar algo que puede significar la destrucción de las condiciones en las que nos fue dada la vida”, afirmó la ministra Marina Silva. Ella reafirmó los compromisos de Brasil con la deforestación cero hasta 2030 y con una transición energética justa.
El embajador André Corrêa do Lago subrayó además que la Amazônia es un territorio 75% urbano —con ciudades, comunidades y modos de vida— y que la restauración del bosque no consiste solo en detener la deforestación, sino en generar soluciones. Este enfoque refleja el carácter simbólico y ético de la elección de la región como sede del evento. “El mundo y el propio Brasil entenderán mejor la región a través de la presencia de especialistas, estudiantes y comunidades locales durante la COP30. Esto cambiará la percepción global sobre lo que es hoy la Amazônia”, agregó.
Compromisos de Brasil
Según las autoridades presentes en la rueda de prensa, Brasil reafirma con la COP30 su compromiso con la deforestación cero hasta 2030, y resalta que está en marcha un plan de transformación ecológica en el país. El uso de combustibles de transición, como el biodiésel, y el avance en energías limpias fueron señalados como ejes fundamentales de la agenda de transición energética.
El gobierno también enfatizó que la acción climática debe ser justa y considerar a los más vulnerables. Actualmente, casi 1.942 municipios están en situación de emergencia climática permanente debido a sequías, inundaciones y otros fenómenos extremos, lo que refuerza la necesidad de políticas de adaptación y resiliencia. En su discurso, Marina Silva mencionó el desafío de adaptar la economía, afirmando que empresas estatales como Petrobras “necesitan evolucionar del petróleo hacia compañías de energía limpia”.
Fondo para los Bosques Tropicales (TFFF)
Durante la conferencia también se abordó la iniciativa Tropical Forests Finance Facility (TFFF), un mecanismo financiero en el que el Banco Mundial actuará como operador, mientras que las prioridades y reglas serán definidas por los países que poseen los bosques.
El mecanismo destinará parte de los recursos directamente a pueblos indígenas y comunidades tradicionales, asegurando su protagonismo. Según sus formuladores, la iniciativa representa “un nuevo paradigma de gobernanza para los bosques tropicales”.
“Es una arquitectura que nació en el Ministerio de Medio Ambiente, con el apoyo del Ministerio de Hacienda y del Itamaraty, y que ya cuenta con los primeros aportes de Brasil e Indonesia. El TFFF destinará el 20% de los recursos directamente a pueblos indígenas y comunidades locales”, explicó Marina Silva.
El embajador André Corrêa do Lago destacó el carácter innovador del fondo: “El TFFF nació de la visión de los países que poseen los bosques y comprenden su valor. Es una contribución extraordinaria, que da protagonismo a quienes más saben conservar.”
Desafíos por delante
A pesar de los avances, los ponentes reconocieron que aún persisten desafíos. La aprobación de subsidios al carbón en el Congreso, mediante la MP 304, fue señalada por la ministra como una medida “en contramano” de la descarbonización. La modificación de la Ley de Acceso a la Información para clasificar represas e hidroeléctricas como estratégicas también generó alerta por posibles impactos en los procesos de licenciamiento ambiental.
Finalmente, se abordó la concesión de una licencia técnica por parte del Ibama para la prospección de petróleo en la desembocadura del Amazonas. “La licencia concedida es técnica y con condicionantes. La gobernanza de la Foz requiere estudios robustos, pues se trata de una cuenca poco conocida. Brasil tiene compromiso con la transición, pero también con la responsabilidad ambiental”, explicó Marina.
Camino a la Cúpula de Líderes
El embajador Maurício Carvalho Lyrio informó que la Cúpula de Líderes de Belém reunirá a 143 delegaciones y más de 170 acreditados, aunque no tendrá carácter deliberativo ni producirá un documento final de consenso. El objetivo principal es articular compromisos y preparar las negociaciones que tendrán lugar durante la COP30.
Al cerrar la conferencia, Marina Silva resumió la misión de Brasil ante el mundo:
“La COP30 en la Amazônia es un llamado a la conciencia global. Brasil quiere demostrar que es posible crecer, proteger e inspirar al planeta.”
Vea la entrevista completa a continuación:
Versión en español: Mariana De Santi (POET/UFC)
Revisado por: Enora Lessinger (POET/UFC)