EMERGENCIA CLIMÁTICA

Informe de la ONU señala un récord de temperatura media global y un aumento de las personas afectadas por desastres

Los impactos del cambio climático presentados en el balance sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dimensionan la urgencia global. En la COP30, la Agenda de Acción Climática pretende avanzar en el cumplimiento de medidas para mantener el calentamiento en 1,5 °C y financiar la adaptación climática

Se estima que actualmente la temperatura media global está entre 1.34 °C y 1.41 °C por encima de los niveles preindustriales, según la OMM. La medición se realiza a largo plazo – Foto: Getty Images
Se estima que actualmente la temperatura media global está entre 1.34 °C y 1.41 °C por encima de los niveles preindustriales, según la OMM. La medición se realiza a largo plazo – Foto: Getty Images

Por Mayara Souto / COP30

El último año fue el más caluroso de los últimos 175 años, alcanzando una media global de 1.55 °C por encima de los niveles preindustriales, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Esto marca el décimo año consecutivo en que se rompen récords de temperatura anual. Como resultado, también aumentó el número de personas impactadas por eventos extremos. Así lo presenta el Informe sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2025, publicado la semana pasada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Según la OMM, la temperatura media global se estima actualmente entre 1.34 °C y 1.41 °C por encima de los niveles preindustriales. Se trata de una medida a largo plazo y por eso, a pesar de que en 2024 la temperatura habrá alcanzado lo previsto para 2030 en el Acuerdo de París, el acuerdo sigue siendo válido y muy relevante.

“El mundo no puede ni debe desalentarse en cuanto a la acción climática. Para mantener al alcance el límite de calentamiento de 1.5 °C, es urgente acelerar la inversión en adaptación, resiliencia y reducción de emisiones, especialmente en las regiones más vulnerables. El costo de la inacción supera con creces el de la acción, y la oportunidad para garantizar un futuro habitable y sostenible se está cerrando rápidamente”, destaca el informe.

Impactos

Según el estudio, el escenario de fenómenos extremos climáticos — calor extremo, terremotos, inundaciones, tormentas y sequías — provocó el mayor desplazamiento relacionado con el clima en los últimos 16 años, agravó la inseguridad alimentaria y también se reflejó en pérdidas económicas y mayor inestabilidad. Las pérdidas económicas directas reportadas alcanzaron un promedio de USD 202 mil millones al año y, al considerar los efectos en cascada y los daños a los ecosistemas, el total supera los USD 2,3 billones.

En total, 124 millones de personas se vieron afectadas por desastres cada año, en promedio, un aumento del 75 % entre 2014 y 2023. Aún según el informe, de acuerdo con la clasificación de la ONU, los países menos desarrollados (PMD) y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) sufren estos efectos en más del doble del promedio global. Los PMD, por ejemplo, concentran el 26 % de las muertes por desastres en el mundo, a pesar de representar apenas el 12 % de la población. La mortalidad relacionada con desastres ha disminuido, a pesar del aumento de la vulnerabilidad frente a estos fenómenos, situándose en 0,79 por cada 100 mil personas, frente a 1,61 por cada 100 mil en la década anterior.

"Estamos frente a una emergencia global de desarrollo — una emergencia grave — con más de 800 millones de personas que aún viven en situación de pobreza extrema. Los impactos climáticos cada vez más intensos y el peso implacable del servicio de la deuda están drenando los recursos que los países necesitan para invertir en su población”, declaró António Guterres, secretario general de la ONU, durante el lanzamiento del informe.

Financiamiento climático

Para luchar contra la vulnerabilidad frente a los fenómenos extremos climáticos, se requiere financiamiento para las medidas de adaptación, es decir, aquellas destinadas a mitigar los impactos del cambio climático sobre las poblaciones y las ciudades. El documento muestra que las estrategias de reducción del riesgo de desastres y los sistemas de alerta temprana son esenciales para minimizar pérdidas. En octubre de 2024, 131 países afirmaron contar con estrategias nacionales de riesgo de desastres, frente a 57 en 2015, y 113 informaron disponer de sistemas de alerta temprana ante múltiples amenazas. 

Los países en desarrollo, en especial, necesitan ampliar el acceso a este tipo de tecnología y, para ello, es indispensable contar con financiamiento. “La próxima cumbre global sobre el clima representa una oportunidad crucial para corregir el rumbo, avanzando en las metas de financiamiento climático recientemente acordadas, fortaleciendo la cooperación multilateral e implementando planes climáticos nacionales ambiciosos en todos los sectores para lograr emisiones netas cero hacia 2050”, señala otro fragmento del estudio.

En la COP30, uno de los seis ejes de la Agenda de Acción Climática es el de los “Facilitadores y Aceleradores Transversales”, que incluye el debate sobre financiamiento, especialmente para la adaptación. 

“La presidencia de la COP30 espera trabajar junto a la presidencia de la COP29 en la conducción de la Hoja de Ruta de Bakú a Belém hacia los USD 1,3 billones, con el fin de ampliar el financiamiento climático para los países en desarrollo. Juntos, elaboraremos un informe que resuma nuestro trabajo hasta la COP30. La Hoja de Ruta de Bakú a Belém debe servir como un punto de apoyo para movilizar recursos hacia trayectorias de bajo carbono y resiliencia climática en los países en desarrollo, recordando que las alertas del IPCC sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático se centran en los hallazgos de que el financiamiento, la tecnología y la cooperación internacional son factores clave para acelerar la acción climática”, señala la primera carta a la comunidad internacional firmada por el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago.

El financiamiento climático también fue tema central durante las negociaciones celebradas en Bonn, Alemania, el mes pasado. El asunto fue debatido en dos sesiones paralelas con la participación de decenas de países y representantes no estatales.