CARTAS DE LA PRESIDENCIA

Segunda Carta de la Presidencia

8 de mayo de 2025

Estimadas amigas, estimados amigos,

Los signos del cambio climático provocado por el ser humano han alcanzado nuevos niveles desde la publicación de mi primera carta en marzo a la comunidad internacional. El informe "Estado del Clima Global" de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha confirmado que 2024 fue el año más cálido jamás registrado, y que la concentración atmosférica de dióxido de carbono alcanzó el nivel más alto de los últimos 800 000 años. Se observan señales claras de una crisis planetaria en el aumento de la temperatura de los océanos, en la disminución de la extensión del hielo marino y la masa glaciar, así como en el creciente nivel del mar.

Con esta segunda carta, la presidencia brasileña de la 30.ª Sesión de la Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) pasa de la visión a la acción, convocando a la comunidad internacional a movilizarse ante la urgencia climática.

En este momento de serios desafíos geopolíticos, socioeconómicos y medioambientales, es necesario que nos unamos para (1) fortalecer el multilateralismo y el régimen de cambio climático en el marco de la UNFCCC; (2) conectar el régimen climático con la vida real de las personas; y (3) acelerar la implementación del Acuerdo de París, mediante el estímulo de acciones y ajustes estructurales en todas las instituciones que puedan contribuir a ello.

Unidos, podemos revertir la peligrosa tendencia hacia colapsos sistémicos sucesivos en efecto dominó. Juntos, podemos apoyarnos mutuamente, evitando una reacción en cadena potencialmente devastadora y desencadenando, en su lugar, "acciones en cadena" para soluciones exponenciales bajas en carbono y resilientes al clima. Aunque el desafío es inmenso, debemos levantarnos y enfrentarlo.

Este debe ser el momento en que naciones y generaciones se unan, combinando la sabiduría, la paciencia y la madurez de los más experimentados con el entusiasmo, el idealismo y la creatividad de la juventud.

Con el fin de contribuir a un punto de inflexión en nuestra lucha climática, publicaré una serie de comunicaciones para promover un Mutirão Global en torno a cuatro frentes de acción con miras a la COP30 y más allá:

(i)  un proceso de movilización global;

(ii)  la Agenda de Acción;

(iii)   las negociaciones formales de la UNFCCC – desde la 62.ª Sesión de los Órganos Subsidiarios de Asesoramiento Científico (SBSTA) y Tecnológico y de Implementación (SBI), en junio, hasta la COP30, en noviembre;

(iv)  la Cumbre de Líderes.

A lo largo del año, la presidencia de la COP30 anunciará planes específicos en los cuatro frentes de acción. En esta carta, propongo planes en torno a "(i)": nuestra movilización global comienza ahora.

La presidencia trabajará en estrecha colaboración con el Campeón de Alto Nivel, Dan Ioschpe, la Campeona de la Juventud, Marcele Oliveira, y enviados especiales, quienes actuarán como "palancas" en el frente de movilización global.

Movilización Global, llevando a cabo el “Mutirão Global”

Más allá de las negociaciones formales de la UNFCCC, de la Agenda de Acción y de la Cumbre de Líderes, la presidencia de la COP30 se ha embarcado en un experimento pionero que pretende desencadenar una movilización global sin precedentes contra el cambio climático, basada en la proliferación de iniciativas autónomas en todo el mundo. Esta movilización — el “Multirão Global” — tiene como objetivo impulsar la acción y la ambición, creando las condiciones para un punto de inflexión en nuestra lucha contra el cambio climático. El Multirão Global buscará despertar un movimiento para movilizar a la humanidad en su transición hacia el futuro, respaldado por un marco global capaz de integrar acciones locales.

La presidencia de la COP30 invita a las partes interesadas a unirse a la creación colectiva de este marco global en el que todos puedan actuar para fortalecer el esfuerzo conjunto como un movimiento mundial. Esta misión de creación colectiva comenzará la primera Semana del Clima de la UNFCCC en 2025 (en la Ciudad de Panamá, del 19 al 23 de mayo), para que las diversas partes interesadas, en todos los niveles y latitudes, puedan contribuir a nuestra lucha climática común, ofreciendo lo que puedan.

La presidencia de la COP30 invita a todos los miembros de la familia humana: vengan como son y como pueden ser. En el marco del Multirão Global, todos serán bienvenidos, sin importar su nivel de compromiso, especialización o perspectiva.

El mutirão es mucho más que un esfuerzo conjunto o una fuerza de tarea. Esta forma de movilización — de abajo hacia arriba, sin jerarquía — surge de manera espontánea y orgánica cuando existe una necesidad urgente aún no satisfecha. Reflejando las experiencias de la vida real — ya sea en comunidades indígenas, comunidades urbanas periféricas afrodescendientes u otras colectividades —, el marco del Multirão Global acogerá a individuos y organizaciones para que presenten “contribuciones autodeterminadas”, utilizando su experiencia, tiempo y/o recursos para combatir de manera sostenible los desafíos climáticos, a través de intervenciones e impactos positivos en todos los niveles, desde lo local hasta lo global. De manera análoga a

las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) del Acuerdo de París, las “contribuciones autodeterminadas” funcionarán como acciones de abajo hacia arriba.

En lugar de ser promesas que se cumplirán en el futuro, las contribuciones hacia el esfuerzo conjunto deben traducirse en iniciativas efectivamente realizadas, o que estén en marcha o en camino a suceder. Por ejemplo, un grupo de agricultores que adopten prácticas regenerativas con apoyo local; proyectos liderados por jóvenes que instalen paneles solares en comunidades vulnerables; ciudades costeras que organicen brigadas de restauración de manglares; empresas tecnológicas que formen coaliciones para descarbonizar centros de datos; comunidades afrodescendientes que creen programas de concienciación climática para ciudades. Aunque diversas, estas acciones se unen por un espíritu común: son contribuciones colectivas, inmediatas y autónomas hacia un futuro sostenible.

Esta gran iniciativa se basa en “aprender haciendo”. Para llevar a cabo el Mutirão Global, se requiere un nuevo enfoque: uno en el que la presidencia de la COP30 actúe como un vehículo para inspirar la capacidad de acción de otros. En las más diversas esferas de la vida — gobiernos, sociedad civil, sector privado, individuos —, todos están invitados a asumir el liderazgo para lograr resultados concretos en acciones autónomas. El espíritu del mutirão es el de unir fuerzas y asumir la responsabilidad por un cambio positivo, en lugar de simplemente abogar, exigir y esperar. Como reza la famosa cita de Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

Círculos de sabiduría para la metamorfosis del planeta

Para dar aún más amplitud a la movilización global contra el cambio climático, la presidencia de la COP30 ha lanzado recientemente cuatro Círculos de Liderazgo: (i) el "Círculo de los Presidentes de las COP", (ii) el "Círculo de los Pueblos", (iii) el "Círculo de los Ministros de Finanzas" y (iv) el "Círculo del Balance Ético Global". Como olas que se forman y se fusionan en una corriente imparable, estos círculos fluirán juntos, canalizando la sabiduría colectiva para generar renovación y evolución.

Presidido por Laurent Fabius, presidente de la COP21, que condujo a la adopción del histórico Acuerdo de París en 2015, el "Círculo de los Presidentes de las COP" reunirá el liderazgo de la presidencia de cada COP desde entonces. Esta asamblea aprovechará su experiencia y sus ideas para asesorar colectivamente a la presidencia de la COP30 sobre cómo la comunidad internacional puede fortalecer la gobernanza climática global y acelerar la implementación del Acuerdo de París, preservando su integridad y el legado de estos últimos años.

El "Círculo de los Pueblos", liderado por la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, amplificará la voz de los pueblos indígenas, comunidades tradicionales y grupos afrodescendientes. Complementando las plataformas participativas existentes en el ámbito de la UNFCCC, este círculo tiene como objetivo asesorar a la presidencia de la COP30 sobre cómo profundizar el reconocimiento global y la integración del conocimiento, prácticas y soluciones tradicionales en el discurso general de la política climática, garantizando que estas perspectivas críticas informen y mejoren las soluciones climáticas internacionales, con respeto a sus derechos y luchando contra el racismo y las desigualdades medioambientales.

El "Círculo de los Ministros de Finanzas", presidido por el ministro Fernando Haddad, tratará de ofrecer orientación a la presidencia de la COP30 desde una perspectiva de implementación

y formulación de políticas sobre cuestiones de financiación climática. Reuniendo regularmente a ministros de finanzas, expertos financieros, representantes del sector privado y líderes de la sociedad civil, este círculo contribuirá con una visión estratégica y recomendaciones viables.

Bajo la orientación del presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, y del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el "Círculo del Balance Ético Global" será liderado por la ministra del Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva. Su misión será elevar la conciencia global a través de diálogos inclusivos en diversas regiones, reuniendo a líderes políticos, intelectuales, académicos, culturales y religiosos, además de voces de todos los sectores de la sociedad. Inspirada por el legado del papa Francisco, cuyo fallecimiento lamentamos, la nueva presidencia ve la encíclica Laudato Si' (2015) como una brújula ética y una guía pragmática para esta movilización global.

Como prototipos de gobernanza proactiva, los cuatro Círculos de Liderazgo pueden generar olas de ideas poderosas para fortalecer el potencial de transformación del Mutirão Global.

Prepararse desde ahora para lo impredecible, recurriendo a la ciencia y la sabiduría ancestral

En el marco de esta movilización global, la presidencia de la COP30 confía en el recurso a la sabiduría ancestral y a la ciencia para encontrar nuevas soluciones en gobernanza y acción climática, incluidas aquellas que nos preparen para un futuro impredecible. El físico y cosmólogo británico Stephen Hawking señaló el siglo XXI como "el siglo de la complejidad". Como una cuestión relacionada con sistemas complejos, el cambio climático es un claro ejemplo de cómo la complejidad definirá cada vez más los riesgos y las oportunidades en las próximas décadas.

Aunque ya nos acercamos al segundo cuarto del siglo XXI, todavía dependemos de modelos jerárquicos del pasado, basados en un pensamiento lineal; sin embargo, los desafíos que enfrentamos son complejos y requieren pensamiento sistémico, descentralización y acción distribuida. Nuestra lucha climática podría estar sufriendo de la "Síndrome de la Guerra Pasada" – la tendencia a enfrentar nuevas crisis con estrategias superadas, que ignoran transformaciones más amplias en ciencia, tecnología y realidades políticas, económicas y sociales. Aunque la mayoría de las instituciones de gobernanza existentes fueron diseñadas y desarrolladas antes de que el calentamiento global se convirtiera en la realidad que enfrentamos hoy, el cambio climático se impondrá, cada vez más, como una fuerza superviniente y disruptiva en las agendas políticas y socioeconómicas.

Ya es hora de que comencemos a reflexionar sobre formas de fortalecer la gobernanza global para acelerar exponencialmente la implementación del Acuerdo de París y apoyar el proceso y los mecanismos de toma de decisiones de la UNFCCC desde una perspectiva intergeneracional. El cambio climático exige que innovemos hacia nuevos modelos para enfrentar nuevos desafíos, a medida que los supuestos del pasado se vuelven rápidamente obsoletos en un entorno que cambia exponencialmente y en el que las soluciones emergen también de manera exponencial, tanto en evolución como en impacto. Los bosques tropicales y el internet se destacan como ejemplos inspiradores donde la complejidad y la diversidad contribuyen al dinamismo y la adaptabilidad.

Paralelamente a la promoción de acciones climáticas inmediatas y generalizadas a través del Mutirão Global, nuestra movilización pretende llevar a la comunidad internacional a prever riesgos y reflexionar sobre los sistemas de gobernanza actuales, evaluando si nuestros instrumentos nacionales y multilaterales están preparados para los graves peligros que la ciencia nos advierte. La presidencia de la COP30 invita a líderes comunitarios, académicos y científicos a explorar la mejor ciencia disponible y la sabiduría ancestral para identificar cómo nuestras instituciones pueden ganar exponencialidad en la aplicación de soluciones y versatilidad en la respuesta a lo impredecible, incluyendo capacidades ágiles, iterativas y adaptativas para luchar contra la crisis climática.

Abrazando la complejidad para mejorar la cooperación

Como han señalado muchos expertos, el desafío climático exige que los líderes coordinen esfuerzos globalmente para marcar la diferencia a nivel local. Al navegar por las incertidumbres, debemos mirar más allá para anticipar e implementar una gobernanza que sea sostenible a largo plazo, capaz de evolucionar y poner a prueba premisas constantemente. Nuestra cooperación climática global no solo debe funcionar en la realidad de 2025, sino también estar lista para evolucionar y adaptarse a las realidades de 2030, 2035 y 2050. En un contexto tan complejo, de rápidos cambios y profundamente inciertos, la tarea es particularmente intimidante, pero no menos imperativa.

Al incorporar la complejidad, las instituciones mejoradas y los enfoques policéntricos pueden recurrir al experimentalismo y a la planificación de escenarios para canalizar ciclos de retroalimentación de los sistemas, apalancar puntos de inflexión y efectos de red, además de crear comportamientos emergentes y de autoorganización para la resiliencia sistémica y la difusión exponencial de soluciones, al mismo tiempo que responden a cuellos de botella y retrasos.

Basándose en el debate lanzado por el presidente Lula el año pasado, durante el G20, y con una visión a largo plazo, la comunidad internacional debe investigar cómo la cooperación climática puede estar mejor preparada para acelerar la implementación del Acuerdo de París y las decisiones de la COP, agregando esfuerzos actualmente fragmentados. Dejando atrás viejos modelos burocráticos que comprometen velocidad y escala, los debates en la Asamblea General de las Naciones Unidas podrían explorar enfoques innovadores de gobernanza para dotar a la cooperación internacional de recursos para el rápido intercambio de datos, conocimientos e inteligencia, así como para aprovechar redes, agregar esfuerzos y articular recursos, procesos, mecanismos y agentes dentro y fuera de la ONU. Las innovaciones en la cooperación internacional podrían centrarse en el "alineamiento" de agentes y esfuerzos que están dispersos, preservando e incluso reforzando el papel de la UNFCCC en la negociación, coordinación y creación de normas sobre el cambio climático en términos de derecho internacional.

Sin duplicar el papel de la UNFCCC, una gobernanza global actualizada también puede combinar tecnologías emergentes y sabiduría ancestral para introducir una infraestructura de cooperación totalmente nueva, orientada a la inteligencia colectiva y a resultados exponenciales en la implementación climática, exactamente lo que necesitamos para ganar la carrera contra el primer punto de inflexión inducido por el clima. Los enfoques más sistémicos también podrían ayudar a los países vulnerables en situación de emergencia, conectando el trabajo de la red de Santiago, el Mecanismo Internacional de Varsovia y el Fondo de Pérdidas y Daños con los Bancos Multilaterales de Desarrollo, las Instituciones Financieras Internacionales y la iniciativa "Alerta Temprana para Todos".

El pensamiento sistémico en la implementación climática ofrece, además, la posibilidad de ganar tiempo contra el calentamiento global también a corto plazo. En términos de secuencia de acciones, podemos concentrar los esfuerzos globales en el apalancamiento del papel de los reguladores climáticos y en la promoción de esfuerzos masivos para eliminar los gases de efecto invernadero de la atmósfera. La restauración de los bosques, la recuperación de tierras degradadas en la agricultura y la mejora de los ecosistemas costeros pueden ser herramientas poderosas tanto para la eliminación como para la resiliencia, mientras que los océanos son algunos de los mayores aliados contra el cambio climático, como el principal "sumidero de carbono" del mundo. La presidencia de la COP30 espera trabajar en estrecha colaboración con Costa Rica y Francia con miras a la 3.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3, Niza, del 9 al 13 de junio de 2025).

La implementación sistémica también favorece la integración de diferentes soluciones complementarias que podrían surgir como ecosistemas de intercambio, interacción y simbiosis. El conocimiento tradicional y ancestral, la tecnología digital y la biotecnología pueden ayudar a cubrir las brechas de velocidad, escala y resiliencia de maneras que nuestra gobernanza aún es lenta para incorporar y ampliar. Como ejemplo de un potencial que aún no se ha explorado, la Infraestructura Pública Digital (DPI, por sus siglas en inglés), presentada bajo el liderazgo de India en el G20 de 2023, puede explorarse como una innovación revolucionaria que merece consideración de alto nivel para mandatos posteriores de desarrollo a nivel técnico.

Mientras la innovación y la tecnología avanzan hacia la frontera de la mitigación y la adaptación, los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales –incluidos los "pueblos de los bosques" y los “quilombolas”, en el caso de Brasil– son poseedores de conocimientos, tradiciones y modos de vida invaluables. Todos ellos pueden contribuir a la transformación de los modelos mentales binarios y lineales que funcionaron para la eficiencia en el siglo XX, pero que ahora pueden convertirse en un riesgo en el siglo XXI – el "siglo de la complejidad".

De la visión a la realidad

Frente a los crecientes desafíos geopolíticos y socioeconómicos, el primer Balance Global bajo el Acuerdo de París (GST), concluido en la COP28, reconoció las brechas significativas que siguen dificultando nuestra respuesta climática colectiva. También ha confirmado, por otro lado, que el Acuerdo de París está funcionando. A través de la Misión 1.5, demostramos unidad en nuestra determinación colectiva de acelerar la acción y corregir el rumbo. De Dubái a Bakú, mantuvimos nuestro compromiso con el multilateralismo, completando las bases legales necesarias para liberar todo el potencial del Acuerdo de París como marco orientador para la implementación del cambio climático.

Mirando hacia el futuro, la COP30 ofrece una oportunidad única para dar el próximo paso. Belém será un momento significativo, en el cual nuestra visión compartida comenzará a tomar forma como nuestra nueva realidad. La COP30 puede establecer las bases para el segundo Balance Global, que se completará en la COP33, sirviendo como un punto de inflexión en nuestra transición histórica que habrá llenado vacíos y trazado el camino hacia una nueva era de prosperidad sostenible e inclusiva.

Imaginemos que, en 2028, el mundo recordará 2025 no solo como un año de negociación, sino como un momento de alineación global – cuando gobiernos, comunidades, empresas e instituciones se unieron para cambiar la trayectoria de la relación de la humanidad con el planeta. Un año que se recordará como el amanecer de un nuevo ciclo de cooperación, innovación y prosperidad en todo el mundo.

André Aranha Corrêa do Lago

Presidente designado de la COP30