En Japón y Vietnam, Lula convoca un “mutirão” rumbo a la COP30 y dice que la descarbonización “no es una opción, sino una necesidad”
Durante las visitas a países asiáticos, el presidente destacó la urgencia de luchar contra la crisis climática: “el mundo está cambiando y nosotros, los seres humanos, tenemos responsabilidad”.

Del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático
Durante las visitas de Estado a Japón y Vietnam la semana pasada, el presidente Lula destacó la urgencia de luchar contra la crisis climática y la necesidad de descarbonizar las economías, convocando un “mutirão global de la COP30 contra el cambio climático”.
“En Brasil, utilizamos la palabra “mutirão” para referirnos a una gran movilización en torno a un objetivo común. Con ese espíritu queremos llegar a Belém. Para cumplir con el Acuerdo de París, todos los países deberán adoptar el mayor grado de ambición posible dentro de sus circunstancias de desarrollo”, dijo el presidente el sábado, 29 de marzo, durante una declaración a la prensa en Hanói, Vietnam.
El presidente de la República y su comitiva, formada por ministros, presidentes del Senado y de la Cámara de los Diputados y parlamentarios, estuvieron en la capital vietnamita del 27 al 29 de marzo. Del 24 al 27, pasaron por Tokio, Japón. Los viajes oficiales pretendieron fortalecer las relaciones bilaterales entre Brasil y los países asiáticos en diversas áreas.
En sus pronunciamientos, Lula ha subrayado temas de la agenda medioambiental y climática. La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, formó parte de la delegación y fortaleció los mensajes presidenciales en sus discursos públicos.
“Si hay negacionistas que no creen que el mundo está en problemas, lo que vimos el año pasado es una demostración de que estamos perdiendo el control sobre el mundo en el que vivimos, el aire que respiramos, el agua que bebemos y el lugar en el que vivimos. Este es un hecho concreto, no hace falta que lo digan los científicos. Hemos visto nieve en el desierto, inundaciones en el desierto y sequías en lugares donde antes llovía”, señaló el mandatario brasileño en una rueda de prensa al final de su visita a Japón. “El mundo está cambiando y nosotros, los seres humanos, tenemos responsabilidad. Y aún más responsabilidad tienen los países que se industrializaron hace 250 o 200 años”.
Según el presidente, ante la urgencia impuesta por la crisis climática, la COP30 debe resultar en decisiones que puedan cumplirse y percibirse como una señal de que “los gobernantes del planeta Tierra tomarán en serio la necesidad de asumir compromisos para que el planeta no se caliente más de 1,5 °C” en relación con los niveles preindustriales, objetivo central del Acuerdo de París.
“No queremos una COP que sea un festival de personas deambulando de un lado a otro, como si fuera un centro comercial de productos climáticos y ambientales, donde cada uno compra y vende lo que quiere sin responsabilidad. Lo que queremos es hacer una COP con mucha seriedad, con mucho debate y con mucha serenidad”, subrayó en la entrevista con periodistas en Tokio.
De acuerdo con Lula, los países deben presentar “NDC ambiciosas y alineadas con la meta de limitar el calentamiento global a 1,5 °C”. Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) son los compromisos de las naciones bajo el Acuerdo de París para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Los países deben enviar sus NDC con metas para 2035 antes de la COP30, que se celebrará en Belém, Pará, en noviembre.
Liderando con el ejemplo, Brasil presentó en la ONU la actualización de su NDC en noviembre de 2024, durante la COP29 en Azerbaiyán. A través de ella, el país se compromete a reducir entre un 59 % y un 67 % las emisiones de todos los gases de efecto invernadero hasta 2035 en comparación con los niveles de 2005, abarcando todos los sectores de la economía.
Por ello, “La descarbonización no es una opción, sino una necesidad y una gran oportunidad”, subrayó el presidente en su pronunciamiento de clausura del Foro Económico Brasil-Vietnam. “Tenemos décadas de experiencia en biocombustibles, que son alternativas de bajo costo para los sectores automotriz y aeronáutico, e incluso para la generación de energía eléctrica. Hay potencial de cooperación en energía eólica y solar, así como en hidrógeno verde”. Días antes, en el Foro Empresarial Brasil-Japón, afirmó que “Brasil siempre será un aliado para reducir la dependencia global de los combustibles fósiles”.
En su pronunciamiento al final del evento, que reunió a empresarios brasileños y japoneses, Lula mencionó que Brasil “está liderando un balance ético global para aumentar la ambición climática con vistas a la COP de Belém”. Creado por el presidente Lula con el apoyo del secretario general de la ONU, António Guterres, el Balance Ético Global pretende situar los conceptos de ética, igualdad y justicia en el centro de la acción climática global. Rumbo a la COP30, la iniciativa conducirá diálogos regionales en todo el mundo, reuniendo a jóvenes, científicos, líderes religiosos y empresariales, artistas, pueblos indígenas y comunidades tradicionales para movilizar a la sociedad global en torno a la meta de 1,5 °C.
Bosques: deforestación cero en 2030 y mecanismo financiero para la preservación
Lula reforzó la agenda de lucha contra la deforestación. “Hemos asumido el compromiso de alcanzar la deforestación cero en la Amazonia para 2030, queremos erradicar la deforestación en el Cerrado, en todos los biomas brasileños, porque es la única oportunidad que tenemos de garantizar que nuestro pueblo sobrevivirá en el siglo XXI y entrará en el siglo XXII con agua más saludable, más saneamiento básico y aire más puro para respirar”, declaró.
Con la reanudación de la gobernanza medioambiental desde el inicio del Gobierno, la deforestación en la Amazonia se redujo aproximadamente un 46 % entre 2022 y 2024, según el sistema PRODES del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). En el último año, de agosto de 2023 a julio de 2024, la disminución fue del 30,63 % en comparación con el período anterior, la mayor reducción porcentual en 15 años. En el bioma Cerrado, la reducción fue del 25,7% de agosto de 2023 a julio de 2024 en comparación con el mismo período del año anterior, marcando el primer descenso en cinco años.
Para que esta tendencia continúe, se necesitan mecanismos financieros que valoren la conservación de los bosques. Una de las principales iniciativas del Gobierno brasileño y de la presidencia de la COP30 en este sentido es el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés). “Vietnam puede beneficiarse del Fondo Bosques Tropicales para Siempre, propuesto por Brasil, y ser remunerado por su esfuerzo de conservación medioambiental”, dijo el presidente en Hanói. “Su objetivo es generar un flujo permanente de apoyo financiero para los países tropicales que, como Brasil y Vietnam, conservan sus bosques en beneficio de toda la humanidad”.
Desarrollado por los ministerios de Medio Ambiente y Cambio Climático, Hacienda y Relaciones Exteriores, el TFFF recompensará a los países que demuestren proteger sus bosques tropicales, basándose en un monitoreo realizado por satélites. El Gobierno federal trabaja para recaudar USD 125 mil millones y lanzar el TFFF durante la COP30. Al menos el 20 % de los recursos se destinarán a poblaciones indígenas y pueblos y comunidades tradicionales que están a la vanguardia de la preservación de los bosques.
Visitas de Estado
La visita de Estado de Brasil a Japón resultó en la firma de diez acuerdos y 80 instrumentos de cooperación entre ambas naciones, tras una serie de reuniones del presidente y su comitiva en el país asiático. La ministra Marina Silva y el ministro de Medio Ambiente de Japón, Keiichiro Asao, firmaron un memorando para fortalecer la cooperación técnica y financiera en la promoción del desarrollo sostenible.
El acuerdo abarca diversas áreas estratégicas, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (mitigación) y la adaptación al cambio climático, incluyendo sistemas de alerta temprana para fenómenos climáticos extremos; conservación de la biodiversidad; lucha contra la contaminación; gestión sostenible de residuos; promoción de la economía circular; acceso a recursos genéticos y distribución equitativa de los beneficios derivados de su uso; protección del medio ambiente marino y gestión de ecosistemas forestales, costeros y offshore.
En Vietnam, Lula y el presidente Luong Cuong firmaron el Plan de Acción para la Implementación de la Asociación Estratégica, que establece prioridades en áreas como la defensa, la economía, el comercio e inversiones; la agricultura, seguridad alimentaria y nutricional; la ciencia, tecnología e innovación; el medio ambiente y sostenibilidad; la transición energética, así como la cooperación sociocultural y asuntos consulares. La Asociación Estratégica pretende profundizar el diálogo político, fortalecer la cooperación económica, aumentar el comercio y las inversiones, mejorar la coordinación en temas multilaterales e impulsar nuevas iniciativas de cooperación.
Versión en español: Trad. Kaique Ortiz.
Revisión: Enrique Villamil.