Una mayor ambición climática es una oportunidad para el crecimiento económico, según un estudio de la OCDE y el PNUD

Un informe inédito, que se publicará íntegramente en mayo, indica que Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) más sólidas pueden ser el motor del crecimiento económico y de la lucha contra la pobreza.

Aunque entre 2015 y 2022 el PIB mundial creció un 22 %, mientras que las emisiones sólo aumentaron un 7%, y los registros muestran que más de 40 países están reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero al tiempo que mejoran los índices económicos, los esfuerzos son aún insuficientes y no se corresponden proporcionalmente con el aumento de los riesgos de la crisis climática. 

De ahí la importancia de animar a los países firmantes del Acuerdo de París a renovar sus objetivos climáticos. En la fecha inicialmente fijada para la presentación de los planes, el 10 de febrero de este año, solo 19 países habían enviado sus NDC actualizadas. La publicación preliminar de los datos, que indican oportunidades de crecimiento económico basadas en mayores compromisos con el clima, pretende animar a los países a presentar objetivos más ambiciosos, ejecutables y financiables, como respuesta a los retos que el cambio climático impone al mundo.

“Este trabajo para incentivar a los países a enviar sus NDC, lo más rápido posible, pero con calidad, es algo que el presidente Lula, junto con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, viene haciendo constantemente. Ya se ha anunciado y va a haber una reunión a finales de este mes, convocando a varios países para hablar de la importancia de mostrar las NDC”, dijo Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30.

“Esta próxima ronda de NDC es una oportunidad para corregir el rumbo. Y el informe llega aportando pruebas sólidas de que la ambición climática no perjudica al crecimiento económico, sino que de hecho lo refuerza. El argumento es aún más sólido si se tienen en cuenta los asombrosos costos de la inacción”, afirma Jo Tyndall, directora de Medio Ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El compromiso climático es rentable

- Una economía baja en carbono es una economía más eficiente. Actualmente, el mundo emite 0,34 kg de CO₂ equivalente por dólar de producción económica. En un escenario de NDC reforzadas, la intensidad de las emisiones se reduciría a más de la mitad, hasta 0,14 kg en 2040.

- Invertir en energías limpias y eficiencia energética aumenta la productividad y la innovación, compensando el impacto económico de las restricciones políticas sobre los precios y el consumo. La reinversión de los ingresos del carbono puede impulsar aún más el PIB, al tiempo que garantiza una transición justa y asegura el apoyo público a las políticas climáticas.

- La incertidumbre política debilita la inversión y frena el crecimiento. Unas políticas poco claras pueden retrasar la inversión privada y reducir el PIB en un 0,75 % en 2030. Las NDC aportan certidumbre política, dando a los mercados la confianza necesaria para movilizar recursos para un crecimiento sostenible.

Más allá de lo económico: avances sociales 

Además de las justificaciones financieras, la información publicada señala que unas nuevas NDC sólidas también pueden tener impacto en otros campos, desde una perspectiva de desarrollo económico combinado con desarrollo social. Las oportunidades de progreso en materia de salud, seguridad energética, acceso a la energía y reducción de la pobreza figuran en la presentación realizada en Berlín a finales de marzo. 

En cuanto a la lucha contra la pobreza extrema y las previsiones para 2050, el análisis señala que la integración de las políticas climáticas y de desarrollo en las NDC podría ayudar a una de cada cinco personas a salir de la pobreza para ese año. Si las inversiones en la transición energética se complementan con medidas específicas para garantizar la seguridad alimentaria, el acceso a los servicios básicos y las reformas de la gobernanza, nueve de cada diez países de bajo desarrollo pueden mejorar significativamente sus resultados en 25 años, sacando a 175 millones de personas más de la pobreza extrema.

En cuanto a la salud, invertir en energías limpias, transporte de bajas emisiones y una mejor planificación urbana reduciría la contaminación en origen y mejoraría sustancialmente la calidad del aire, con impactos directos en el sostenimiento de la vida. En 2019, la quema de combustibles fósiles contribuyó a 4,2 millones de muertes prematuras debidas a la contaminación del aire exterior, el 89 % de ellas en países de renta baja y media. 

Pilares esenciales

Por último, como orientación para los países, el resumen preliminar del informe indica tres pilares esenciales para movilizar recursos para financiar las NDC, que tienen mayor capacidad de resultados si se cruzan. Son los siguientes

1. Optimizar la financiación pública (remisión a organismos como los Ministerios de Medio Ambiente y Hacienda, los Bancos Centrales, los Bancos Nacionales de Desarrollo y los Reguladores Financieros).

Reorientar la financiación privada (remisión a organismos como los Ministerios de Medio Ambiente y Hacienda, Bancos Centrales, Autoridades de supervisión y regulación y Bolsas de Valores/Títulos).

Reforzar el apoyo internacional (remisión a Donantes Internacionales, Bancos Multilaterales de Desarrollo y Fondos para el Clima).

El Informe

Realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania, la publicación, en su totalidad, se presentará el próximo mes de mayo con el objetivo de orientar a los países en la elaboración e implementación de las nuevas NDC.

Versión en español: Trad. Kaique Ortiz

Revisión: Enrique Villamil