Burkinidi, minka y balu wala: conoce las variaciones del “mutirão” convocado por la COP30
El mismo término elegido por la presidencia de la Conferencia para convocar a la comunidad internacional a actuar contra el cambio climático se traduce en lenguas indígenas y africanas

Por Mayara Souto / COP30
De origen tupí-guaraní, el término “mutirão” fue adoptado por la presidencia de la COP30 como lema para convocar a la comunidad internacional a la acción climática. Durante la Semana del Clima de Panamá, fue posible observar cómo la palabra adquirió diversos acentos y se identificó con otras culturas, especialmente las indígenas y africanas.

“El mutirão, para nosotros como pueblos indígenas, representa esa movilización local y comunitaria que llevamos a cabo la infancia, ya sea dentro de nuestras comunidades o fuera de ellas, en defensa de los derechos indígenas y comunitarios. El mutirão se realiza, en distintas partes del mundo, de formas diversas —ya sea en la educación, la salud, el medio ambiente o todo lo que nos rodea”, explicó Eric Terena, activista indígena del estado brasileño Mato Grosso do Sul, responsable de presentar el término durante el Foro de Implementación —uno de los momentos destacados del evento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), cocreado por la presidencia de la COP30.
Incluso dentro de Brasil, el término presenta distintas variantes regionales. “Como soy de la región amazónica, nosotros también tenemos una palabra similar al mutirão: el “puxirum”. Invitamos a las personas a ‘hacer un puxirum’, ya sea para levantar una loza, sembrar una chacra o construir una casa. Espero que este movimiento del mutirão y del puxirum señale un camino lejos de los combustibles fósiles, hacia la justicia social, y que en la COP30 podamos demostrar esta conexión entre las personas y los territorios”, destacó Hannah Balieiro, directora ejecutiva del Instituto Mapinguari.

En el encuentro con otros países latinoamericanos, este reconocimiento también fue evidente. “Mutirão se asemeja mucho a la palabra en español ‘minga’, que proviene del quechua (etnia indígena andina) “minka”, que significa trabajo colectivo comunitario. Normalmente se utiliza en entornos rurales, donde varias personas se suman de forma voluntaria, sin remuneración, para el bien común, como el mantenimiento de caminos, canales de riego, siembras, cosechas o casas comunitarias”, señaló Andrés Mogro, de Ecuador, gerente del Programa de Clima de la Fundación Avina.

“Una de las palabras del pueblo gunadule es “balu wala”, que significa ‘árbol de sal’. Es una forma de expresar cómo podemos colaborar colectivamente por la justicia climática, incluyendo a todas las personas. Pero no solo a las personas, también a la tierra. Desde la perspectiva indígena, nos reconocemos como parte de la tierra”, contó la activista indígena panameña, Jacobed Solano.
Las culturas africanas también encuentran formas de traducir la idea de cooperación por el bien común. “Podemos trazar un paralelismo entre mutirão y la palabra “burkinidi”, que expresa la necesidad de actuar con integridad, humanismo, humildad y altruismo, tanto en el trabajo como en la vida personal. Todos somos parte de un mismo ecosistema: estamos interconectados y somos interdependientes”, resaltó la princesa Abze Djigma, líder tradicional de Burkina Faso, en África Occidental.
“También podríamos invocar un pensamiento africano diaspórico y referirnos a él como “boko”, en la cosmovisión bantú, que significa “casa pública”. Entonces, podemos entender el mutirão como una casa pública, porque debemos cuidar de la tierra como nuestro hogar común”, comparó Diosmar Filho, doctor en geografía e investigador sénior de la Asociación de Investigación Iyaleta, especializada en cultura de África Central.
Versión en español: Trad. Kaique Ortiz.
Revisión: Enrique Villamil.